UNA FRASE

Llamó a mi puerta la nostalgia y no le abrí... pues estaba buscando soluciones para el futuro




jueves, 31 de enero de 2013

EL SIRIMIRI QUE NO CESA- CARTA A JUANÍN

Querido Juanín:          
¿Cómo estás?. Bueno supongo que bien, porque según me contabas siempre, en Gabor se está bien, mucho mejor que en este mundo imperfecto nuestro.
En ese Gabor de tus sueños (o realidades ¿Quién sabe?) donde la enfermedad ha sido erradicada, la justicia social es un hecho, más allá de lo que dicen las constituciones y las leyes y los conflictos se resuelven por medio del diálogo pues como dice el dicho “Hablando se entienden los gaboritas”. En ese Gabor, como te decía, supongo que no vives y, (subrayo la palabra vives) ajeno a las cosas de esta tierra mundana y a veces malsana que sigue tocándonos vivir, igual que no eres ajeno a las cuitas y preocupaciones de los que aquí quedamos… Pero permíteme, papá, que en esta carta a modo de recordatorio cuando se cumple un año de tu marcha, te hable un poco de cómo van las cosas, no sé si a modo de terapia propia o simplemente en la necesidad, nunca cubierta, de comunicarme contigo.
El caso es que aquí abajo, lejos de las estrellas siderales de tu planeta, la vida continúa sin dejarnos parar y eso, que no sé si es bueno o malo, al menos nos tiene entretenidos.
Mamá está bien, con sus dolores, pero bien, ya sabes tú que es mucho más fuerte (y no solo físicamente) de lo que parece, te echa mucho de menos, eso sí, pero va haciendo su camino, ya está sola en casa y eso es buena señal, se adapta, se sobrepone muchas veces y cuenta con nosotros, que al fin y al cabo, y estando tan cerca, somos un alivio para esa soledad que supone tu ausencia.
Las tías, los tíos… también andan bien, al menos hasta donde yo sé, ya los conoces, son reservados para sus cosas. Ahora azotados otra vez por este enero, que vamos a tener que marcar, igual que el abuelo marcaba su noviembre, en el calendario, con la muerte de la abuela, que quiero creer, que anda (porque cada uno debe tener el cielo en el que cree) en ese “Gabor” prometido por su fe en compañía de los suyos.
Y nosotros… pues las nenas están estupendas, Belén está preciosa y sigue tan cariñosa, habladora, imaginativa y curiosa como siempre, aún se acuerda de ti, te nombra muchas veces, cuando dice “este cuento me lo regaló el abuelo Juanín”, cuando ve las fotos o cuando coge alguna de tus libretas o pasa a la habitación. A su modo infantil de 4 años, quiero pensar, o más bien estoy seguro, que también te echa de menos. Imagino que los recuerdos, siendo tan pequeña, se irán borrando, misión nuestra, será conservarlos: tenemos las fotos, los poemas que le hiciste y nuestra propia memoria que en algunos casos tendremos que hacerla suya también.
Esther está en su salsa, me acuerdo que a veces tú tenías miedo por no poder controlar a Belén cuando te bajabas con ella al Caramelicos, (que por cierto ya no lo llevan Jose y Mari Carmen que se han jubilado) pues Esther es mucho más “peligrosa”, no para… los apelativos que le ponemos “terremoto” “tormento”… le van como anillo al dedo. Te aseguro que ha superado con creces a su hermana. Además de eso, está guapísima, es más “viva” que su “antecesora” y  cuando quiere incluso más simpática, pero también es más suya y parece que va a tener más carácter y (que Gabor nos coja confesados) más genio. Hay quien dice que ya no se parecen tanto, pero otros siguen diciendo que son iguales. Aunque ella, es difícil que se acuerde de ti, alguna vez, en la casa, coge tu foto y le da una especie de beso (está aprendiendo a darlos), no sabemos por qué.
Laura sigue también al pie del cañón, luchando cada día por ellas y por mí, te añora tanto o casi más que yo mismo, pues ya sabes que para ella eras mucho más que mi padre o su suegro. Combate las preocupaciones y lo incierto del futuro con esa fuerza y esa dignidad a prueba de bombas que a mí me faltan y por más que a veces parezca que le puede el cansancio o el pesar de no poder llegar a todo, siempre pone nuestras necesidades por encima de si misma. A veces pienso incluso que tal vez no la merezco, pero luego saco a relucir mi ego y digo que tampoco yo estoy mal y que algo tendrá el agua (en este caso yo) cuando la bendicen.
Somos felices… siempre y cuando la felicidad sea esto de quererse tanto, de sufrir a veces por las personas que quieres, de tener miedo por el devenir de los acontecimientos, por darle a nuestras hijas lo mejor y procurarles ese bienestar, que, y en los tiempos que corren más, parece estar en juego.
Porque el futuro es incierto, desde luego, y a todos los niveles, desde las propias situaciones personales a nivel laboral y asistencial, hasta las colectivas.
 Jugando con esto de la crisis, que huele un poco ya, se está llegando a unos límites que son insostenibles. A veces medio en broma medio en serio, comento que te fuiste a Gabor porque no querías verlo.
Supongo, que si en vez de estar escribiéndote esta carta, estuviésemos tomando una cerveza mañanera en el Sánchez, La Fundación o  el Caramelicos, se me escaparía algún exabrupto, pues esta espiral de recortes que deja atrás a los de siempre y maltrata, como siempre, a los que menos culpa tienen y menos lo merecen, me hierve la sangre igual que te pasaba a ti.
La concepción del mundo que adquirí de tu corazón y de tu intelecto, ya sabemos tú y yo, que no tiene nada que ver con el sitio a donde nos dirigen gente como la Cospedal o Rajoy o los que manden en ellos y los controlen, estén donde estén.
En cualquier caso lo peor, es posible que no sea si quiera la situación actual, ni tampoco la conciencia adormecida y adoctrinada (por esos medios de comunicación que tanto criticábamos) de la gente que parece, en muchas ocasiones, resignada a su suerte, lo peor papá, es el horizonte, que como en aquel western, que como tantos otros tu me enseñaste a amar, se me antoja tan lejano para que cambien las cosas, que da la sensación de que el tiempo y los derechos que perdemos hoy serán muy difíciles de recuperar mañana.
Muchas veces, todo se resume, o se  concreta, recurriendo, por enésima vez, a otro de nuestros lugares comunes. Miguel Hernández. ¿Recuerdas?
Por el cinco de enero
para el seis yo quería,
que fuese el mundo entero
una juguetería
Pero que al final todo quedaba en:
Mis abarcas desiertas…
Mis abarcas sin nada.
Sigo creyendo sin embargo, como Miguel y como tantos otros de los que hemos hablado alguna vez, desde Casáldaliga a Obama, desde Rousseau a Luther King, pasando por Vicente Ferrer, Ghandi o Pablo Iglesias… que otro mundo es posible, un mundo que se acerque en lo posible al idílico Gabor donde hoy te alojas y no pienso rendirme de momento.
Tal vez por eso, y por otras razones, ya lo sabes tú, que tome la decisión tras la debacle electoral autonómica y municipal de afiliarme a tu PSOE, y ya sabes que como hablamos entonces, era el momento (o yo lo creí así) de tomar partido (nunca mejor dicho) y comprometerse.
Ha sido un año convulso, con divisiones y ahora con dimisiones, no te creas, pero al final, allí estoy formando parte de la ejecutiva, ¡Cuánto echo de menos (y no solo yo) tu consejo y tu apoyo, en esta aventura, para la que no me falta ilusión, pero sí experiencia!
Por lo demás, el Barça sigue jugando bien, yo diría que muy bien, le sacamos 15 puntos al Madrid y seguimos alucinando con Messi, Xavi, Iniesta y compañía.
Como me contabas, mucho antes de que existiesen aquí los canales que “echan” los partidos, internet y todo eso, que allí en Gabor se podía ver todo en una especie de ventana o pantalla, con esa tecnología tan avanzada que tenéis… te pienso, te siento y te imagino poniéndote igual de nervioso que aquí, cuando se tuerce el partido o cuando se falla un gol cantado, cabreándote (más moderada y cabalmente que yo, lo admito) con alguna decisión arbitral, disfrutando con las genialidades de los nuestros y quedándote “jodido” con alguna derrota inesperada, aunque suceda cada vez menos.
El Sirimiri por su parte, como ves, no cesa de momento, como este Barça irrepetible (o no, quién sabe). Intento mantenerlo fiel a tu estilo, pero le aporto algo de mi propio sello, más irónico alguna vez, con más acidez en otras y en ocasiones como esta más sentimental. Me falta, quizás algún toque mayor de la nostalgia, la ensoñación o la prosa poética que tú ponías cuando hablabas de los acontecimientos hellineros, de la feria, de la Semana Santa, de sus calles, de sus gentes o tus recuerdos…
No es que yo no quiera tanto a Hellín como tú, sino más bien que en mi mochila no llevo tanto equipaje emocional, o que por esa infancia y juventud, primero madrileña y especialmente albaceteña noto determinadas ausencias de mi entorno hellinero por más que ahora sea no solo mi pueblo, como ha sido siempre, sino el de mi propia estirpe y mi progenie.
Sé que en eso no puedo competir, al menos por ahora, porque Hellín estaba mucho más en tu cabeza y tu alma que en las mías e incluso, y tal vez por eso, soy más crítico o veo más los defectos que tú en esta ciudad nuestra de tambor y caramelos.
Para el final quedo yo, que ahí voy, tirando… tapando como puedo y con la ayuda de Laura, las nenas, mamá…  los huecos que dejaste hace hoy un año, porque tú, igual estás muy bien allí en Gabor, pero para mí es una putada no tenerte aquí conmigo.
Entro en tu habitación y hay días que recupero tu olor y me paro un poco, como si la vida me diese un segundo de recuperación de ti, otros días me voy a la cama pensando que voy a soñar contigo y a veces el deseo se cumple y puedo aunque sea en ese estado onírico tocarte o abrazarte de nuevo.
Conservo mi “herencia”, un equipo de fútbol que me hace disfrutar como un niño, un carnet del PSOE que me hace pensar que no todo está perdido, un sirimiri para decir y escribir lo que me da la gana, un espacio en la revista de la Asociación de Tamborileros, un arsenal de cuentos, poemas etc. escritos y por escribir, un Catedrático de Nostalgia  y sobre todo una forma de ser e ir por la vida, sin hacer de menos a nadie y sin tener que plegarme ni hacer de más a  nadie por su poder o su capacidad económica.
Hoy hace un año que Gabor te reclamó para sus fines, sean los que sean, y yo parafraseando a nuestro poeta “no perdono a Gabor enamorado”, pero te envío esta carta por las vías espaciales de costumbre con el “cohete sirimiresco”, sabiendo que la respuesta vendrá en forma de recuerdo y en cada detalle y que como dice la copla revolucionaria entre Camilo y Fidel “No es cierto que te hayas muerto… y oirás de nuevo a mi voz preguntar ¿Voy bien Juanín?” 
 Un beso o miles de tu hijo.

Juan Antonio Andújar Buendía

viernes, 25 de enero de 2013

EL SIRIMIRI QUE NO CESA

Fiestas en Albatana. Durante esta semana se vienen celebrando en Albatana sus tradicionales fiestas en honor a San Ildefonso y la Virgen de la Paz.
Este año la responsabilidad (y el orgullo) de realizar el Pregón de las fiestas ha recaído en quien esto escribe.
Ante esta tesitura, el pasado viernes y con una importante asistencia de albataneros y albataneras nos juntamos en el salón polivalente que tiene la localidad para el acto del pregón.
He de decir que el pregonero (no voy a pecar de falsa modestia) estuvo bien y salió airoso del envite, al menos eso se desprende de las muestras de cariño, afecto y reconocimiento que recibió tras la lectura y recitación (pues tenía partes en verso) del mencionado pregón.
La verdad es que como dije en el acto, durante los años que llevo trabajando en Albatana he recibido siempre el calor y el buen trato de sus gentes, la colaboración de su corporación y la amistad de los trabajadores, profesionales y cargos electos del ayuntamiento y de los diferentes servicios públicos (cuando los había, ahora casi no quedan).
Para mí, fue una experiencia maravillosa de la que solo puedo decir: gracias, gracias, gracias y que como también dije durante mi exposición me siento desde hace tiempo  un Albatanero más.
Cuando uno escribe o habla desde el corazón, el éxito creo que está asegurado y a mí Albatana y su gente me ha ganado hace mucho tiempo, por eso y siguiendo aquello que hacía Juanín en su sirimiri, permítame el lector que a Albatana y sus habitantes les de el título honorífico, que él daba, de BUENA GENTE.
Como dicen que como muestra un botón basta os dejo uno de los versos, una historia de amor entre el olivo y la vid, sustento de nuestra comarca y fruto de mi “peregrina” imaginación.
El olivo, duro como el roble,
verde de aceituna dorada por el sol,
es mucho más fiel que cualquier hombre
cuando llama a las puertas de su amor.
No tiene la elegancia del almendro,
ni tiene el desparpajo del naranjo
pero envuelve en sus brazos el encuentro
con su amada en las noches de verano.
La viña, fuerte madre de sus hijos
que por septiembre alumbra su cosecha
se dibuja entre los ojos del olivo
y le ofrece sus brazos  y lo estrecha.
Le falta la altivez de la palmera
y no tiene la dureza de la encina,
pero es leal como una enredadera
abrazada a su esposo de por vida.
Por la noche… cuando la luna estalla
se hacen arrumacos en silencio,
 se acarician, mientras la  gente calla,
y se susurran versos con el viento.
El olivo la riega con aceite…
la vid pone en sus labios ambrosía…
juntos se dan al goce y al deleite…
y esperan que comience el nuevo día
donde vuelven a mirar a los humanos
y su constante devenir y su desvelo.
Mientras caminan juntos de la mano
y se aferran a esta tierra y este suelo.

 Eso sí, para los curiosos, interesados y fans (que haberlos, haylos) el resto del Pregón lo pueden encontrar mis sufridos lectores en este mismo blog que gentilmente me cede el Catedrático.
 Ramón García nuevo Secretario General del PSOE de Hellín. Y “parafraseando” una escena entre los geniales Cassen y Rafael Alonso en la mítica “Amanece que no es poco” de Jose Luis Cuerda. El viernes Pregón y el sábado elecciones.
        En el salón de actos de la Caja de Castilla-La Mancha, celebramos el pasado día 19 la Asamblea Extraordinaria para elegir nueva ejecutiva del PSOE local y al final por una diferencia notable de 20 votos, la candidatura de Ramón García, de la que yo formaba parte, resultó victoriosa frente a la de José García, que obtuvo también un importante respaldo.
        Es preciso resaltar, como hizo el propio Ramón en su alocución final, ya como Secretario General, que la asamblea se desarrolló, como no podía ser de otra forma, con una absoluta normalidad y fue un ejercicio de democracia y transparencia, que para sí quisieran (o debieran querer) otras formaciones políticas acostumbradas a la designación “dactil” (useasé a dedo) de sus dirigentes.
        A partir de ahora y una vez superada la convulsa fase que va desde la derrota electoral, a la división interna, los dimes y diretes y los grupos o grupúsculos, solo queda abrir las puertas, “ventilar” la casa del pueblo, tender la mano a tod@s los militantes/as, a toda la sociedad hellinera, (sean simpatizantes/as o no) y trabajar duro con el doble objetivo de parar a la derecha que tanto daño está haciendo a Hellín a Castilla-La Mancha y a España y recuperar la confianza de la ciudadanía de cara a los siguientes comicios electorales.
        Empieza una nueva etapa, donde los socialistas debemos despertar del shock, volver a mirar a los ojos de la gente, especialmente de aquellos que lo están pasando mal, es el tiempo de la política (por mucho que algunos quieran desprestigiarla) y es el tiempo de tomar partido, de no rendirse y de buscar la unidad de acción, desde la izquierda que somos y para la izquierda que son nuestros votantes.
        El reto es importante y no es fácil, pero ahí vamos a estar, la nueva ejecutiva aúna juventud y veteranía, gente nueva y gente con dilatada experiencia… y sobre todo gente con ganas e ilusión,  por mi parte y en esta nueva responsabilidad adquirida en la Secretaría de Industria y Comercio, no va a quedar y por supuesto desde este momento me pongo a disposición de todos l@s helliner@s, no solo para sus sugerencias, propuestas etc. sino para sus críticas y para que cuando sea preciso me digan con total naturalidad “Por ahí no vas bien, Juan”
          Otro sueño. Después de tantas emociones el sábado y no sé si por el par de cervezas de más que llevaba o por mi nueva y extraña (por esa novedad) condición de dirigente (menor, que conste) de un partido político  por la noche tuve otro sueño.
        El caso es que iba a mi primera reunión de partido pero por arte de birlibirloque en lugar de estar de bajo de mi casa, me encontraba en una calle de Madrid y el letrero que presidía la sede en vez de tener el puño y la rosa tenía unos estilizados pájaros, que para mí que eran gaviotas, era azul y me sonaba por haberlo visto en casi todas partes de España.
        Cuando llegaba, había una enorme cola y yo me ponía detrás de una señora de cierta edad con abrigo de pieles y que rezaba el rosario, detrás de mí un par de jovenzuelos con pelos engominados y ropa de marca (de marca de esas que cuestan un huevo y parte del otro) hablaban de no sé que fin de semana en Baqueira (osea).
        Yo inocente de mí preguntaba ¿Esta es la cola para la ejecutiva?. -No osea, usted es nuevo verdad osea,- me respondía el chaval que llevaba un pin con las siglas NNGG y una banderita de España.
        -Sí es la primera vez que vengo- respondía yo, bastante jodido por el usted que me había echado 10 años encima.
        -Esta es la cola para el sobre, osea
        -El sobre ¿Qué sobre?- interpelaba yo al aire algo desconcertado- Ya nos van a dar instrucciones- proseguía.
        La señora mayor, ante mi sorpresa, terciaba en mis tribulaciones con una seguridad pasmosa, a medio avemaría.
        -No joven, las instrucciones las mandan por e-mail de esos y a mí y a otros que no nos manejamos bien, nos las acerca a casa el motorista como en tiempos de nuestro invicto caudillo.
        La cola iba avanzando y yo, algo avergonzado, preferí no seguir preguntando, por miedo a parecer tonto, al fin y al cabo era mi primer día y no quería empezar con mal pie.
        En un momento dado aparecieron 3 ó 4 coches de lujo, y señores con un aspecto mezcla de chofer, guardaespaldas y modelos abrieron las puertas para que desfilaran 10 ó 12 personajes que debían ser muy importantes pues mis compañeros de fila empezaron a aplaudir compulsivamente. Otra vez, por no quedar mal, hice lo propio e incluso se me escapó un “vivaesspaña” un tanto marcial.
        A todo esto, los que bajaron de los vehículos, entre los que distinguí a un señor con bigote, que me era muy familiar y que se hacía acompañar, por la que deduje que era su esposa a la que todos gritaban Ana, mándanos un beso,  más atrás una mujer ya de cierta edad con una mirada algo extraña y taimada sonreía, mientras mi compañero de fila le pedía a voces –Espe un autógrafo- , un señor con el pelo “muy hechico” y una bufanda al cuello (hacía frío), otra chica bajita, de mi edad o algo más joven y nariz respingona, y algunos más a los que la señora del rosario saludaba bien con un Presidenta o Ministro según el caso, iban pasando y adelantándonos en la fila (por la derecha, claro)
        El último un señor con barba muy famoso con un puro en la boca, al que para mi sorpresa nadie le hizo mucho caso y eso que tenía toda la pinta de ser alguien importante.
        Pronto empezaron a aparecer cámaras y flashes y un montón de periodistas que lejos de hacer preguntas a todos estos personajes, les cogían los abrigos e incluso les quitaban alguna mota del traje.
        La señora mayor, que me precedía en la cola y que había guardado el Rosario, con los ojos casi llorosos, me interpeló directamente.
        -Qué detalle, ¿ha visto joven? Vienen a recoger el sobre igual que nosotros diputados y concejales de a pie.
        Solo se me ocurrió contestar con un –Ya, pero no hacen cola- ante lo que la señora hizo un mohín y no me dirigió más la palabra.
        Cuando me tocó el turno recibí un sobrecito con 2 billetes de 500 € de manos de un hombre al que todos llamaban Luis.
        En un arranque que no pude reprimir dije-A mí esto, es que no me parece bien- y de improviso recibí un pescozón de parte de un señor mayor con cara de haber sido ministro de Franco, haberse bañado en Palomares y haber presidido la Xunta de Galicia, mientras hablaba a una velocidad de vértigo sin que yo entendiese lo que decía salvo la frase final “No tengo nada mas que decir”.
El golpe me despertó, corrí a la cartera y comprobé con alivio que el carnet que llevaba seguía siendo del PSOE y no había gaviotas a la vista.
           Juan Antonio Andújar Buendía

lunes, 21 de enero de 2013

PREGON FIESTAS DE ALBATANA 2013

Alcaldesa de Albatana, Diputada Regional, miembros de la corporación municipal, majas, albataneros y albataneras muy buenas noches.
Cuando mi alcaldesa, permíteme Isabel que te trate así, porque más allá de lo que el futuro nos depare tú (como ahora  Amparo en Fuente Álamo) siempre serás mi alcaldesa.
Como decía, cuando mi alcaldesa, me ofreció la posibilidad de ser el pregonero de las fiestas de Albatana en honor a San Ildefonso y La Virgen de La Paz, además de sentir un inmenso orgullo que hizo engordar 2 ó 3 kilos a mi ya, digamos que robusta, (por ser generoso conmigo mismo) anatomía, me hizo también adquirir de improviso una enorme responsabilidad.
¿Cómo hablar a  los hombres y mujeres de Albatana de algo como es su pueblo y sus fiestas de lo saben mucho más que yo?
Es sin duda este uno de esos casos, en el que el ponente, es menos docto en la materia que expone que sus oyentes y pido disculpas de antemano por si no logro salir con éxito de esta envite o no llego a lo que se espera de un pregón, que estoy seguro, habrá sido mucho más atinado en aquellos o aquellas que me precedieron y que, por haber nacido o vivido en este pueblo, han conocido mucho mejor que yo sus entresijos y costumbres.
He de reconocer, que, aunque en estos casi 8 años que llevo acudiendo a Albatana semanalmente he conocido muchas de las cosas de este pueblo, que ya puedo decir, si me dejáis, que es un poco mío, para escribir estas líneas he tenido que documentarme un poco con esa arma cargada de futuro, (como decía Gabriel Celaya de la poesía)  que es Internet y que, en cierto modo, ha venido a suplir la búsqueda casi heroica de investigadores y curiosos en lugares escondidos de bibliotecas públicas y privadas
Hecha queda hasta aquí la introducción para adentrarnos, brevemente, no quiero aburriros con una disertación histórica, en el origen de nuestro pueblo (ya me lo quedo pues no he oído voces en contra).
Antes solíamos empezar con aquello de dicen los papeles o los libros… Ahora, más moderno, dice mi pantalla de ordenador  que muy cerca de aquí en El Castellón, que hoy no es más que una cantera, hubo un asentamiento ibérico que fue catalogado por Luisa Soria en su libro “El horizonte ibérico del Castellón” y que dataría del SV antes de Cristo.
Otros autores, como el canónigo Juan Lozano, cuando realiza su Historia de Jumilla relaciona  Albatana con la antigua Eio, después llamada Elotana  ciudad de época visigoda, aunque en la actualidad se identifica más con restos hallados en el Tolmo de Minateda. Aunque los primeros datos puramente históricos y con documentos escritos los sitúa, el propio canónigo, en el año 1289 por un asunto de límites, cuando el Señor de Jumilla, un tal Gonzalo García de la Maza cita a  representantes de los pueblos vecinos del término de Jumilla entre los que se menciona, sin dar nombres a los de  Albatana-Ontur.
Se especula en esta época y en las postrimerías de la edad Media si Albatana y Ontur pertenecían o no al famoso Marquesado de Villena, pero existen pocos datos fiables. Al igual que son difusos los nombres de los primeros señores de las 2 villas… hasta que ya en época moderna aparece la familia Lope de Chinchilla, uno de cuyos miembros señor de Albatana y Ontur, fue procesado por la Inquisición… y cuando te coge por banda esta gente ya se sabe… te lo quitan todo, pasando previo pago de su importe, (que la inquisición no daba puntadas sin hilo) a un nuevo señor Pedro Zambrana y Fajardo y posteriormente en una nueva venta (que hay que ver que jugo le sacaban los señores a estas tierras) a otro sujeto de nombre Alonso de Entenza uno de cuyos descendientes el Marqués de Espinardo obtendrá en 1751 el censo enfiteútico para colonizar las tierras.
Ya en el XIX parece ser que los albataneros (y los ontureños) debían de estar un poco hartos (o hasta las narices de tantos señores o señoritos), el caso es que intentan quedar libres por un precio de 300000 pesetas de entonces, (que eran una pasta) a pagar (a plazos eso sí) lógicamente, a otro de estos señores… el Marqués del Campillo. Pero como quiera que este buen (o mal) señor se muere sin cobrar el último plazo… su heredera, otra pobre, supongo, la Condesa de Sástago y sus sobrinos que son Marqueses también (que por títulos no falte, oiga) no quieren por lo visto soltar el tema, se niegan a cobrar y librar carta de pago y registro de escritura.
Cuando por fin y tras dos años de negociaciones según se cuenta, se produce la llamémosle así liberación de Albatana y Ontur de sus señores (o señoritos) cuasi feudales, los dos enclaves permanecen unidos en un único municipio de 1900 a 1912 en que digamos (ahora que está de moda) que Albatana se “independiza” (el término jurídico es segregación) de Ontur y pasa a ser un municipio propio.
Un siglo y unos meses después aquí estamos, más bien aquí seguimos, haciendo cada uno en su esfera y en su campo Albatana, superado el convulso SXX de dictaduras, guerra, emigración y democracia y empujando al SXXI de crisis e incertidumbre hacia delante.
Porque la clave no está en lo que nos dice la historia de los señores que anduvieron o más bien manejaron estas tierras, la clave se asienta en aquellos que a lo largo de los tiempos se aferraron a este territorio, a veces con uñas y dientes para sacar adelante la vida.
Si echamos la vista atrás, hacia esos primitivos pobladores del mundo, seguramente encontraríamos a algunos de aquellos recolectores-cazadores que un día decoraron los abrigos de Minateda y que es más que posible que en sus expediciones en busca de alimento llegasen hasta aquí e incluso abatiesen, remedando las escenas de la cueva, alguna de sus piezas cerca del suelo que hoy pisamos.
Es muy posible que aquellos cazadores fuesen poco a poco haciéndose sedentarios a la par que transitaban por esa incipiente agricultura que hoy sigue siendo nuestro principal sostén.
Que creasen núcleos de pequeñas poblaciones como El Castellón, posiblemente dependientes del Tolmo, que el poder de Roma se pusiese de manifiesto, quien sabe si incluso dejando alguna obra (como a veces se especula) en el lugar donde hoy se mantiene en pie nuestro acueducto.
Es seguro que un día algo de los visigodos quedase en la conciencia colectiva  y que los musulmanes dotaron a estas tierras de muchos de sus avances y cultivos, incluso es bastante probable que el propio nombre de Albatana sea una reminiscencia Árabe.
En definitiva, gente, hombres y mujeres que labraron aquí su futuro a golpe de sudor y esfuerzo y a los que quiero dedicar un pequeño verso.
Allí donde se buscan las raíces…
Donde se escuchan las voces del pasado,
donde regresa el pueblo al mito y al origen…
donde el cielo era el único tejado
De los murmullos de los primeros pobladores
resuena El Castellón… vigilo el eco
romanos, visigodos, invasores
que cubren los vacíos y los huecos…
Se asoma hidraúlico, el musulman, avanza.
Ha venido a mezclarse con la tierra
viene la Reconquista y se abalanza…
golpean los timbales de la guerra.
Los siervos, al servicio… los señores…
Compraventa de pueblos y de villas,
al fondo, los sufridos labradores…
la siembra, la siega, las gavillas.
El pueblo va pidiendo su camino:
salir de servidumbre e ignorancia,
arando va la gente su destino
al final… por fin la democracia.
Pero la Historia la pequeña y la grande, la que sale en los libros y la que cuentan los ancianos se construye sobre el paisaje sobre el campo abierto y el monte bajo.
Decía yo en un verso antiguo sobre mi pueblo, Hellín, que ni es Mancha ni es Castilla y que por más que se acerque a la sierra y su quebrada y a la huerta de tiernos frutos en su ingle, mi pueblo era un enclave ausente de su entorno, algo así ocurre con toda la Comarca.
Donde la Mancha va perdiendo su condición de tal, allí nos encontramos, con ese monte bajo tan dado a la caza y el pastoreo y las tierras labradas en dos sentidos el de la vid y el olivo.
La tierra busca el agua precisa y necesaria y el hombre acomete las obras imprescindibles para ganarle el pulso al secano, en ese marco nuestro acueducto, tenga un origen remoto  o no, sea Romano o árabe es un claro ejemplo.
El actual, el que data del 1746, más o menos… con lo que queda del molino de arriba, dicen que es la obra hidráulica más importante de la Provincia y sin duda es cita obligada para el visitante: Sus 187 metros y sus arcos escarzanos terminan en el pozo que en su día servía para mover  la piedra del molino en esa búsqueda constante de hacer, de un bien preciado como el agua, una fuente de riqueza y prosperidad.
Luego queda el pueblo crecido a golpe de casa baja con su parque central como pulmón, que asombra a todo aquel que lo contempla por primera vez, punto de encuentro de jóvenes y mayores, parapeto a veces del viento que azota el espacio abierto… y su plaza… con la Iglesia neoclásica, el coqueto Ayuntamiento y el colegio como centro de vida y de futuro.
Las casas bajas ganadas al arado, los barrios levantados a ambos lados de la carretera forman parte del paisaje urbano, mientras se ven rodeados por caminos que conducen a las tierras de labranza.
Porque al final todo vuelve a la oliva y a la viña, al olivo y la vid, que en esa eterna historia de amor  siguen sustentando a sus hijos con los frutos de la tierra.
Yo, permitidme, he soñado ese idilio permanente entre el olivo y la vid con este poema.
El olivo, duro como el roble,
verde de aceituna dorada por el sol,
es mucho más fiel que cualquier hombre
cuando llama a las puertas de su amor.
No tiene la elegancia del almendro,
ni tiene el desparpajo del naranjo
pero envuelve en sus brazos el encuentro
con su amada en las noches de verano.
La viña, fuerte madre de sus hijos
que por septiembre alumbra su cosecha
se dibuja entre los ojos del olivo
y le ofrece sus brazos  y lo estrecha.
Le falta la altivez de la palmera
y no tiene la dureza de la encina,
pero es leal como una enredadera
abrazada a su esposo de por vida.
Por la noche… cuando la luna estalla
se hacen arrumacos en silencio,
 se acarician, mientras la  gente calla,
y se susurran versos con el viento.
El olivo la riega con aceite…
la vid pone en sus labios ambrosía…
juntos se dan al goce y al deleite…
y esperan que comience el nuevo día
donde vuelven a mirar a los humanos
y su constante devenir y su desvelo.
Mientras caminan juntos de la mano
y se aferran a esta tierra y este suelo.
Pero detrás, queridos amigos y amigas de Albatana, está la gente como decía Serrat en una famosa canción. Detrás de la Historia y de la tierra están los albataneros y albataneras que a lo largo de siglos hicieron con sus propias manos su pueblo y sus entrañas.
Están aquellos que un día se marcharon lejos a Francia a Alemania a Holanda… a la industrial Catalunya o más cerca a municipios limítrofes más populosos en busca de un futuro mejor para sus hijos y para ellos mismos, los que volvieron después, al retiro soñado de su pueblo, y los que solo vienen en fechas señaladas como esta reservándose cada año unos días de vacaciones
Y están los que se quedaron aquí aferrándose a la viña, los que montaron sus pequeños negocios, sus bares sus comercios y vieron crecer el pueblo en servicios y expectativas, que, no me resisto a decirlo, hoy parecen estar en juego, con esa pobre excusa de la crisis de la que no somos culpables.
Porque antes,  sabíamos lo que era una crisis fruto de una mala cosecha o de un desastre meteorológico, de la falta de lluvia o de su exceso, pero ahora donde parece que los asuntos de los pequeños municipios dependen de primas de riesgo, bolsas y déficit, seguimos estando detrás la gente y vosostros, nosotros, permitidme otra vez que me incluya, hombres y mujeres de Albatana, seguimos saliendo adelante con las mismas armas que cuando venía o viene mal dada la cosecha, con las armas de la solidaridad, el compartir lo poco o mucho que se tenga y los lazos familiares y de amistad que nos unen y/o se han ido forjando con el tiempo.
La gente de Albatana es fuerte, resistente, dura como sus cepas y a la vez generosa y  noble como el propio suelo que pisa y donde yacen sus antepasados, aquellos que un día se fueron para no volver.
A todos ellos a los que estáis y a los que no, a vosotros albataneros y albataneras  va dedicado este poema
A los que hicieron el pueblo poco a poco…
A los cautivos del campo y del arado….
A los cuerdos, los sabios y a los locos…
A los dueños del futuro y del pasado…
A los que hicieron vida, familia en Barcelona…
A los que hicieron de vivir un reto…
Al que solo marchó con su persona…
Mi cariño mi admiración y mi respeto.
Al que cambió la uva propia por francesa…
dejando atrás amigos, compañeros
A la que solo llevaba en la maleta
Adioses, volveré y echar de menos.
A los que en una fabrica holandesa
dejaron los mejores de sus años
con el pueblo y la gente en la cabeza
A los que hicieron suyo aquel país extraño
A los que fueron alemanes adoptivos
e hicieron del trabajo su libreto
 A la que hizo de los hijos su motivo
Mi admiración mi cariño y mi respeto.
A la que se quedó guardando casa
esperando el regreso del marido…
A la que se marchó y vio que el tiempo pasa
y vuelve en navidades a su nido
A los que se quedaron en la tierra…
y abrieron ese bar junto a la plaza
A los que hicieron un taller que nunca cierra
Y puedes encontrar de madrugada…
A la que puso un día la tienda en una esquina
o tiene listo el pan cada mañana
A los que echan una mano con la oliva…
A los que saben más de poda que las ramas…
A los que regresaron un día jubilados…
A las que entienden de cartas y papeles…
A los que vienen en días de mercado…
A los que saben de cazas y lebreles…
A los que llegaron un día para quedarse…
Al que se fue por no quedarse quieto…
A la que vino… tal vez a enamorarse…
Mi cariño mi admiración y mi respeto.
Al que viene los fines de semana…
Al que regresa en tardes de verano…
Al que nos mira detrás de una ventana…
A la que lleva a los niños de la mano…
Al chaval que marcha a estudiar fuera…
A la niña que monta en bicicleta…
A los que pasan saltando las aceras…
Al que toca en la banda la corneta…
A la que atiende y cuida del anciano…
A la que anda entre fregonas y balletas…
Al que abre la piscina en el verano…
A la que pone a los libros la etiqueta…
Al medico, al pastor, al boticario,
Al cura, al conductor, a los maestros,
A la cartera, al juez de paz, al funcionario
Mi cariño, mi admiración y mi respeto
Al que arregla la luz cuando se apaga…
Al que pone la gracia en la verbena…
Al que llega cansado hasta la almohada…
Al que suspira al ver la luna llena…
A los de ayer los de hoy y los de siempre…
A las madres, los padres, los abuelos…
A los que vieron las uvas de septiembre…
A los que pudo un día el desconsuelo…
A los que no volvieron de lo lejos…
A los que pueblan la tierra en sementera…
A los que no los reflejan los espejos…
A los que no pueden ver la primavera…
A los que yacen en pueblos extranjeros…
A los que cubre la piedra y el cemento…
A los que vamos a ver al cementerio…
Mi admiración, mi cariño y mi respeto…
Llegados a este punto y con el miedo a extenderme demasiado ya acechándome, quisiera hacer un pequeño giro, si hasta aquí he hablado más o menos de vosotros permitidme que hable un poco de mí, lejos de la solemnidad del resto del Pregón, pero intentando buscar la cercanía con vosotros que creo haber conseguido en estos años.
Podría decir que mis primeros recuerdos de Albatana se remontan a la infancia pero mentiría… si alguna vez os visité en la niñez en compañía de mis padres no me acuerdo y si no lo hice echadle la culpa a ellos, que no pueden defenderse.
El caso es que mi primer contacto (reconocible) con Albatana se circunscribe a unos pocos meses antes de empezar a trabajar aquí, hará de esto unos 8 años y pico más o menos, y ya sé que es imperdonable siendo yo hellinero, no haberos visitado antes.
Como decía hace 8 años y pico, yo, que en esas y otras muchas cosas, fui tardío, acababa de sacarme el carnet de conducir, casi por que a la fuerza ahorcan y lo iba a necesitar.
De tal suerte que… cierto día, y siendo casi la primera vez que conducía solo sin profesor de autoescuela, cuñao, padre, ni perrito que le ladre, decidí coger el viejo passat del 86 (que confundías a veces con el de Mansilla) heredado en vida, y dar una vuelta, para soltarme y esas cosas que cuestan mucho más pasados los 30, que a los 18.
Como la autovía me daba respeto y mi objetivo inmediato era Almansa como podréis comprobar con el resto del relato, enfilé esta carretera con ánimo de llegar a Cordovilla o por ahí, y volverme a mi casa como si de un héroe se tratara.
Sin embargo me envalentoné un poco o tal vez… quiero pensar que era Albatana, la que me llamaba, cual sirena seductora de Ulises en la Odisea, para ganarse un poco de este corazón que meses después empezaría a ser un poco Albatanero.
Y así llegué hasta aquí, sintiéndome como Hillary cuando llegó al Everest, con esa tontuna que tenemos los humanos, más los hombres que las mujeres, que conste, de creernos semidioses cuando hacemos por primera vez algo, sin saber en nuestra propia estupidez (la mía en este caso) que en ese mismo año lo iba a hacer todas las semanas.
Paré el coche encendí un cigarro como si acabase de… bueno ya sabeis… y antes de tomarme un café en el Benidorm y volver a casa llamé a Laura, que entonces era mi novia y que hoy (igual que entonces) sigue aguantando  mis tonterías (ella sabrá por qué) todos los días.
Le dije…-Estoy en Albatana, el próximo día llego hasta Almansa. 
Así, que queridos amigos y amigas, podemos decir que si Albatana no fue quien consolidó mi relación, como dicen ahora los modernos, si fue quien acortó las distancias, aminoró las facturas en autobuses y teléfonos y nos hizo ganar ese tiempo tan valioso para los enamorados.
El resto, ya lo conoceis, durante estos años que llevo trabajando aquí, jamás he tenido un mal gesto, una mala cara o un reproche de las gentes de Albatana y no solo eso sino que he tejido, gracias a vosotros y a vosotras, relaciones que van más allá de lo profesional, porque una de las ventajas que tenemos en los pueblos pequeños (de las pocas ventajas que aún nos dejan tener y que no nos pueden quitar) es la cercanía, lo que vulgarmente se dice de que aquí todo el mundo se conoce.
No solo aquí en el pueblo, cuando me preguntáis por las nenas,  sino cuando nos cruzamos haciendo compras y gestiones por las calles de Hellín y les echáis un piropo mientras el bobo de su padre se pone hueco y le dice a Belén (Esther ya está aprendiendo) ¿le das un besito?.
Incluso y como anécdota, una de las amigas del cole de mi hija, tiene sus raíces aquí en Albana y las pocas veces que coincido en la llevada o recogida de la cría, suelo preguntarle ¿Ahinoa has ido a Albatana? o ¿Cuándo vas? O la sorprendo si le digo ayer vi a tu abuela y cosas por el estilo.
Es justo admitir que hay relaciones personales, que, porque el trato es más constante, son tal vez más fuertes, por compartir charlas y mañanas en el Ayuntamiento, cafés del desayuno etc. etc. Para mí, tanto Isabel, como Federico, Ana, Pedro, Mansilla, Patricio, Darío, María o la propia Lucía que es una albatanera más y que pasa más horas del día aquí que en el propio Hellín, forman parte ya de lo que se suele definir como el círculo íntimo de amistades. Pero más allá de eso y con el miedo a ser pesado o reiterativo, repito que el calor y la proximidad que he encontrado en todo el pueblo, es algo que llevaré siempre conmigo. Solo puedo deciros. Gracias.
Pero yo no he venido a hablar de mí ni de mi libro como hizo Umbral en la famosa entrevista con la Milá, he venido a hablar de Albatana y sus fiestas en honor de San Ildefonoso y la Virgen de La Paz y otra vez como decía al prinicipio, los que hoy me escuchais sabeis mucho más que yo.
Es posible que haya invocaciones marianas mucho más famosas, que haya vírgenes con más devotos, imágenes con mayor valor artístico y mayores oropeles y lujos en sus mantos y coronas ¿pero puede haber algo más bello que una llamada a la concordia y al entendimiento, a la superación de los conflictos y las guerras como la que hace nuestra Virgen de la Paz?
Junto a ella, San Ildefonso, doctor de la iglesia, estudioso, orador, escritor de culto y uno de los artífices de la devoción mariana tan acendrada y tan presente en la cultura de los diferentes pueblos de España.
Paz y Sabiduría, Sabiduría y Paz, si los seres humanos conjugásemos esas dos palabras más allá de diferencias políticas, religiosas, culturales o económicas que distinto sería todo, que fácil sería la convivencia y que pronto podríamos estar alcanzando los umbrales de la felicidad soñada.
Lo mejor de las fiestas de Albatana es que juegan también con esa sabiduría popular y con la paz y  son la imagen misma de sus patrones, porque al fin y al cabo, son unas fiestas hechas por el pueblo y para el pueblo, con la propia contribución de todos los albataneros y albataneras que no solo son los que sustentan la fiesta con su esfuerzo su dedicación, su trabajo e incluso su propia aportación económica, sino que son ellos mismos los que las disfrutan y participan. Con lo que al final son, no solo destinatarios sino a la vez responsables de su éxito (la inmensa mayoría de las veces) y de un fracaso que no sucede nunca.
Albatana no solo tiene estas fiestas de enero, tiene también su San Isidro, recuerdo ahora aquél día 15 de Mayo de mi primer año de trabajo, que ignorante, me presenté poco después de las 8 de la mañana en el Ayuntamiento y abrí la puerta con mi llave.
Un poco extrañado de que no pasase nadie por allí, ni siquiera Federico, ni el secretario, pasó una hora o así hasta que empezó a llegar la gente para preparar la comida popular en el parque con la lógica pregunta de… Muchacho ¿Qué haces aquí si es fiesta?.
Como no hay mal que por bien no venga, aquel día mi trabajo consistió en ayudarles con los preparativos y luego comerme un buen plato de gazpachos regado con el rico vino albatanero.
O el día que estuve ayudando con la carroza de los Reyes Magos o con el santo para moverlo cuando lo iban a acicalar para la fiesta,  puedo asegurar que pesa, o poniendo sillas para alguna de las representaciones.
No siempre, no os creais que me echo flores, simplemente cuando ha coincidido que estaba por aquí y he tenido que echar una mano.
Porque como decía más arriba esa es la clave, hacer de la fiesta cosa de todos, como ocurre con vuestra Semana Santa, que además de tambores y procesiones, tiene esa maravilla de expresión teatral de un pueblo que son la Hossana y el Prendimiento, de los que tanto me han hablado y con las que tengo y entono un mea culpa enorme, una deuda pendiente, pero ya sabéis que, muchas veces los hellineros, pecamos de cierto ombliguismo con nuestra Semana Santa y nos parece que ni siquiera un año podemos faltar de a la cita de  miércoles santo en el Jardín y más aún cuando tenemos niños pequeños.
Como decía las fiestas que hacéis por y para vosotros, también las hacéis para la gente de nuestra comarca y en estas fechas bajan de Ontur y de Fuente Álamo, suben de Tobarra y de Hellín o se acercan de Jumilla, familiares y amigos para compartir con vosotros el desfile de carrozas, la imposición de bandas a las majas, los torneos de dominó o petanca, el almuerzo popular, el campeonato de palomos, los bailes, la revista o los guiñoles para los más pequeños…
Albatana, nos envuelve a todos en estos días en que compartimos mesa y vino, pan y risas, música y charla, juerga y resaca, llegado el caso.
Permitidme que una vez más, con la poesía ese lenguaje que heredé de mi padre Juanín y que el heredó de mi abuelo Juan, termine aquí esta intervención esperando no haberos aburrido mucho y haber captado algo de lo que vosotros, reitero mucho más que yo, sentís por este pueblo que ya digo, es un poco mío.
Las majas preparan ya sus galas,
la madre ya ha alisado los vestidos
bajo la atenta mirada del marido
¡Que guapa va su niña en su mirada!
Los amigos ultiman la carroza,
entre risas, discuten los detalles,
la banda está ensayando el pasacalles
los niños… sin colegio, ya retozan.
Acaricia con mimo al campeón
de vuelos compartidos y pensados
el palomo orgulloso… confiado
parece que le habla al criador.
Se pulen ya las bolas de petanca,
se plancha el tapete y la partida,
se olvidan los rencores, las heridas
queda lista la broma y la retranca.
Los pequeños esperan los guiñoles
con la ilusión que da el teatro en pequeñito
puesto, colchoneta, juego, cochecito…
esperan la revista los mayores.
Misa, devoción y procesiones…
con flores va la Virgen La Paz,
San Ildefonso asoma en el umbral
Rinde el pueblo homenaje a sus patrones
Se colocan las mesas y las sillas
se saca el vino ya de la bodega
calientan  los fogones… las paellas
entona ya la moza seguidillas
Combate el frío, el baile y los amigos
la tertulia, la copa, el compañero
seguro que se escapa algún te quiero
con la luna o el sol como testigo.
Despierta la comarca de su siesta
aparca ya su libro el estudiante
van llegando los de ahora y los de antes
Que en enero, mi pueblo (vuestro pueblo) está de Fiesta.
Felices Fiestas Viva San Ildefonso, Viva la Virgen de la Paz y Viva Albatanta