¿Quo Vadis PSOE?. Posiblemente si Pablo Iglesias se le apareciera a muchos de los dirigentes del PSOE, al estilo de la aparición que según la leyenda y la novela de Henryk Sienkiewicz tuvo lugar entre Cristo y Pedro a las afueras de Roma, le harían la misma pregunta.
¿Quo Vadis Domine? pregunta el Apóstol Pedro a Jesús y éste contesta que va a Roma a ser crucificado de nuevo para “suplir” la ausencia del propio Apóstol que huye de la persecución.
Así que si Pablo Iglesias se le apareciera mañana a Alfredo, a Carme, a Patxi, a Pere, a Emiliano y a tantos otros dirigentes nacionales, regionales y/o locales seguramente muchos de ellos, sorprendidos le preguntarían ¿Dónde vas Pablo?. En este sueño mío Pablo Iglesias contestaría con la misma serenidad que la aparición de Jesús en la famosa novela. –A hacer el PSOE y el socialismo que vosotros no hacéis.
El PSOE está sufriendo no cabe duda uno de los momentos más difíciles de su historia reciente y desde luego el más difícil de la democracia.
Un análisis simple y sencillo basta para darse cuenta: Desde las elecciones autonómicas y municipales de Mayo de 2011 el PSOE ha ido encadenando derrota tras derrota, solo salvada por el triunfo menor y casi en el último minuto y de penalti de las elecciones al Principado de Asturias y la “derrota” aunque se pase la eliminatoria por el valor doble de los goles en campo contrario (lease coalición de gobierno con IU) en Andalucía.
Lo demás no es que hayan sido derrotas electorales es que han sido auténticas debacles, naufragios de aquellos de sálvese quien pueda, las mujeres y los niños primero…
Desde la dirección del partido y/o de los propios candidatos derrotados se han buscado excusas y justificaciones de todo tipo, como niños pequeños que intentan evitar la reprimenda, se ha pretendido echar la culpa primero a Zapatero, luego al no han entendido el mensaje que queríamos transmitir, a la desafección de la política que a nosotros nos afecta más, a la polarización del voto, al “sursum corda” y al maestro armero.
El caso es que el PSOE se encuentra sumido, a día de hoy en un marasmo, en un no saber si meter criada o ponerse a servir, si federalismo o no federalismo, si más izquierda o menos, si nombres nuevos o viejos nombres, si barones o aparato, si zapateristas o antizapateristas, si Madrid o Barça, si tal o si pascual, si blanco o tinto, si carne o pescado… que lo presenta por un lado débil, y por otros dividido y lo que es peor cada vez más alejado, (a los resultados me remito) de ser la fuerza política capaz de enfrentarse (como siempre ha sido, añado) al liberalismo salvaje, a los recortes y al retroceso moral y social al que nos viene sometiendo el Partido Popular.
Todo esto nos lleva de nuevo a la pregunta que encabeza el artículo y que al igual que en la intención última de la novela (según dicen los estudiosos de la misma) era darle la vuelta a la pregunta original: Si en la novela Sienkiewicz pretendía hacer una reflexión de hacia donde iba el hombre del SXIX, ¿Quo Vadis PSOE? ¿Hacia donde va o debe ir el socialismo del Siglo XXI?
No tengo la repuesta, ni mucho menos la solución definitiva, solo sé que en estos momentos de crisis y tribulación, de catarsis casi, por un lado se corre el riesgo de caer en manos de aventureros que solo se muevan por ambiciones personales, pero también se está ante la oportunidad de, partiendo de los valores mismos del socialismo y de la izquierda, sin renunciar a los logros del pasado y a la historia, pero admitiendo los errores cometidos, renunciando a los personalismos mesiánicos y mirando directamente a la cara de la gente, se puede iniciar, como digo, un camino que por un lado recupere al electorado frustrado, abatido y decepcionado y por otro haga frente en cada partido, en cada metro, casa por casa si es preciso, a la derecha, no solo a la derecha política, sino a la social, a la mediática y a la económica en la batalla que se está librando y que más allá de la aritmética electoral es una batalla por el Estado Social y Democrático de Derecho.
El PSOE está herido, grave diría, pero no muerto, hay miles de militantes, millones de simpatizantes detrás y hay muchos de los desencantados que volverían gustosos si les diésemos la oportunidad. Abramos el partido, juguemos al toque, saquemos nuevos chavales de la cantera, apartemos a los corruptos, a los que se hayan acomodado y/o abandonado, a los que hayan olvidado los valores socialistas… Seamos Guardiola, volvamos a enamorar a la gente y persigamos la gloria y la utopía. Es el momento.
La izquierda no gana aunque lo parezca. La debacle del PSOE lleva también aparejada (aunque muchos sesudos analistas, tertulianos, columnistas, comentaristas, intelectuales e incluso políticos o expolíticos de izquierda digan lo contrario) en definitiva, la derrota de la izquierda. Digámoslo ya, la izquierda ha perdido las elecciones autonómicas y municipales de Mayo de 2011, las generales de Noviembre del mismo año, las autonómicas de los tres territorios históricos Galicia, Catalunya y Euzkadi. La izquierda ha empatado las de Asturias, aunque gobierne con la anuencia del diputado de UPyD (que no sabemos si es de derechas o de izquierdas) y ha ganado, por poco eso sí, las elecciones de Andalucía.
Que haya formaciones de izquierdas que suban, aumenten escaños, porcentaje o votos, servirá para que esas formaciones se congratulen, sigan trabajando y mantengan viva su identidad y sus aspiraciones futuras, pero al final si en Moncloa está Rajoy, en Ajuriaenea Urkullu, la Generalitat la gobierna Mas, la Xunta Feijoo y en Fuensalida se sienta Cospedal y en el Ayuntamiento de Hellín Manolo Minguez, pues es porque ha ganado la derecha o porque como en el caso de Hellín, la izquierda por h o por b, no se ha puesto de acuerdo y, si ganó en las urnas, no supo ganar en el Pleno.
Alguien debería recordarle a la izquierda, a toda la izquierda, que la izquierda solo gana cuando el voto se concentra en uno, dos o tres partidos o coaliciones como mucho.
Yo, siempre he sido frente-populista, así ganaron Leon Blum, Azaña o Allende y en cualquier sistema presidencialista sea a una o dos vueltas, la izquierda (o lo que más se parezca a ella) tiene más posibilidades cuando el voto se aglutina que cuando se dispersa, (véase recientemente los casos de Obama y Hollande) o véase la cantidad de pequeños municipios de la Provincia donde la existencia de 2 candidaturas nada más (normalmente PSOE-PP, pero me daría igual que fuese IU-PP) otorga la alcaldía a la izquierda.
El Frente-Popular, a día de hoy es una utopía, por tanto: Recuperar al PSOE es fundamental para la izquierda, pero también que IU aglutine allá donde se presente a todo el voto a la izquierda del PSOE y no se disgregue en Plataformas, ecologistas etc. etc., que los supuestos nacionalismos de izquierdas sean más izquierda que nacionalismos y por último que la derecha disfrazada de centro-izquierda (lease UPyD, Ciudadans y demás fauna) no se lleve a parte del electorado, si no es así, seguirá ganando la derecha y los de izquierdas seguiremos haciendo el canelo.
Lo de Mas se queda en menos. Artur Mas, que debe tener un grupo de asesores, que deben ser los mismos o estudiaron en los mismos colegios que los de Alvarez Cascos, que ya los quisiera yo, pero para Cospedal o Rajoy, ha cumplido el viejo dicho de ir por lana y salir trasquilado.
Ya me imagino la imagen; un montón de tipos encorbatados y con rolex de oro y un montón de tipas con traje de chaqueta y bolso de Louis Vuitton, haciendo cálculos.
-Scolti Artur, si convocamos ahora elecciones, me sale aquí (tecleando el ipad, el iphone, o la hipotenusa de turno) que sacamos la mayoría absoluta, pero tenemos que decir lo de la independencia que me sale (otra vez tecleando) que subimos 5 escaños.
Y ahora el “pobre Mas” tiene menos diputados, tiene que tragar con Esquerra (o con el PP, que es peor para él) y tiene que tragar con hacer un referéndum sobre la Independencia, sí o sí, porque si algo le han dicho las urnas, guste o no, es que la gente quiere decidir.
Posiblemente cuando se repartían los asesores y asesoras Artur Mas llegó tarde o los compró en un mercadillo de 2ª mano, o en el todo a cien o le tocaron en la tómbola. ¿Imaginamos? -Solo me quedan estos/as 3 pero se los dejo baratos oiga…y de regalo llévese estos/as dos expertos/as en encuestas que aunque están un poco esportillados/as no se nota apenas oiga… y otro perrito piloto oiga… que estamos que lo tiramos oiga…
BREVEDAD 1. El gobierno de Rajoy indulta a 4 Mossos d’esquadra que habían sido condenados por tortura, y es que no solo en recortar y privarnos de derechos se pone de acuerdo la derecha. A la hora de reprimir, hacer uso y abuso de la fuerza, torturar etc. no hay barreras lingüísticas, ni independentismos, ni nacionalismos que valgan… ya lo dice el dicho: “La derecha que reprime y tortura unida permanece unida” luego (nos) los indultamos y punto.
BREVEDAD 2 El padre de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, es asesor del PP en el Senado. Hasta aquí todo sería, casi normal, un caso más de nepotismo-amiguismo en las filas peperas, nada nuevo bajo el sol.
Lo malo es que el buen señor tiene 86 años; hombre esto me parece una explotación de la 3ª edad, un abuso, a este pobre señor, que podría estar en su casa viendo a Ana Rosa Quintana o irse de viaje a Benidorm con otros jubilados, hacerle ir a trabajar al Congreso me parece inhumano.
Se comenta, pero es solo un rumor que como les están quitando todo, la ley de dependencia, el termalismo, la ayuda a domicilio, los viajes del imserso, la gratuidad de las medicinas, los centros de día etc. etc. algo hay que hacer con los jubilados y que esto es un programa piloto, que para la próxima legislatura quieren que todos los asesores de los grupos parlamentarios tengan más de 85 años. Si es por el bien de “Ejpaña”, que así sea. ¡Viva Honduras!
BREVEDAD 3 ¿Quo Vadis PSOE de Hellín? Termino como empecé. Sigue sin resolverse, (al menos hasta donde yo sé) la situación de “interinidad” de la Agrupación Local. Hace tiempo que las direcciones Provincial y Regional debieran haber actuado.
Yo como militante de base lo reclamo, reclamo ya, sin más dilaciones absurdas, una Junta Gestora y un proceso democrático, limpio, transparente y justo. Lo demás es marear la perdiz. Y ya andamos bastante mareados (o groguis diría yo) electoralmente hablando.