UNA FRASE

Llamó a mi puerta la nostalgia y no le abrí... pues estaba buscando soluciones para el futuro




jueves, 15 de mayo de 2014

EL SIRIMIRI QUE NO CESA


Estoy de Campaña. Como ya sabrán mis pocos (o muchos) pero avezados lectores estamos en Campaña Electoral para las elecciones del próximo 25 de Mayo, para muchos (yo creo que con algo de inconsciencia y que me perdonen) una campaña más.

        Para mí no, no se trata de una campaña electoral más y no solo por lo mucho que nos jugamos el próximo día 25, sino y esto ya es una cuestión personal, porque es la primera vez que tengo una participación activa, como miembro de la Ejecutiva del PSOE de Hellín.

        El pasado jueves cuando se inició oficialmente la campaña con la pegada de carteles he de reconocer que me hizo mucha ilusión, para mí, llamadme sentimental, si queréis, ya que es un momento que más allá de que ahora tenga casi exclusivamente un sentido simbólico, sigue siendo un acto que en cierto modo reviste una parte de misticismo, ya que supone no solo el pistoletazo de salida a unos 15 días intensos y algo frenéticos sino también y en definitiva, el hito que pone en marcha por un lado la propia ilusión de cada partido (ahora tan denostados, interesadamente) por convencer al electorado y por obtener el respaldo de los ciudadanos que al fin y a la postre (quieran o no) es la plasmación de la propia esencia de la democracia.

        Porque por mucho que digan aquellos que cantan slóganes del tipo “Parece democracia y no lo es”, el primer paso para que exista la democracia, no es otro que la confrontación electoral entre los partidos, asociaciones y coaliciones que libremente concurran a las elecciones, sin este paso primigenio e indispensable, todo lo demás no tiene sentido.

        Pero en fin, no iba aquí a hacer una diatriba sobre el hecho en sí, sino que y ya entrando en campaña propiamente dicha, ayer miércoles tuve la fortuna de debutar en un acto electoral de mi partido en el Barrio de San Vicente, más allá de que el propio encuentro con la gente del barrio fue no solo edificante sino gratificante a nivel personal, me supuso también la oportunidad de expresar abiertamente y ante un nutrido grupo de personas aquello en lo que creo y lo que siento.

        Porque creo en el proyecto socialista y porque lo siento propio, pero no porque ahora esté en la ejecutiva del partido en Hellín, ni porque haya intervenido en un mitin. He creído siempre en este proyecto, con sus aciertos y sus errores, con sus defectos y sus virtudes, porque este ha sido el proyecto que ha edificado partiendo casi de un solar, el edificio del Estado del Bienestar en España, que ahora el Partido Popular y la derecha en general, que nos gobierna en Europa (bajo la bota de hierro de Angela Merkel) en España (bajo la mirada pasota y al mismo tiempo inflexible y recortadora de Mariano Rajoy) en Castilla-la Mancha (bajo el puño prieto y la destrucción masiva de María Dolores de Cospedal) y en Hellín (bajo la nadería insulsa y la cabeza bajo del ala del gobierno Mínguez).

        Estoy de Campaña y por eso me permito pedir el voto para el PSOE hoy en El Sirimiri, porque cuando uno se implica se implica en todos sus aspectos y sentidos y no puede ser distinto, el hombre, el militante y el articulista.

        Y porque además estoy convencido que la única forma de parar a la derecha, en Europa y en cualquier parte, es la socialdemocracia o el socialismo democrático como queráis llamarlo, porque aquellos que piensan que partidos que ni se saben si van o si vienen como UPyD, Ciudadans o el Partido X van a pararla o aquellos que piensan que a la derecha solo la pueden parar los de IU, Podemos, Red o Equo, creo sinceramente que se equivocan.

        1º Porque no lo han hecho nunca, ni con esas ni con otras siglas, en el caso de muchos con esas u otras siglas, han acabado no solo dejando hacer a la derecha, sino directamente colaborando con ella, el último ejemplo la moción de censura presentada contra el gobierno del PP en Extremadura por el PSOE y rechazada por los votos de IU

Y 2º Porque queramos o no, la derecha es muy poderosa, es como un gran río, violento y con amplio arrastre de materiales, frente al caudal mediático, económico etc. de la derecha hay que poner diques fuertes y sólidos y todas esas formaciones ya sean más o menos de izquierdas apenas pueden ser una pequeña empalizada. En esta tesitura el único dique que puede parar la avalancha reaccionaria es el socialismo y ahí estamos, pero necesitamos hacerlo entre todos, con fuertes convicciones y codo con codo con la gente. Estamos en ello…

La Campaña electoral se ha visto afectada por un terrible suceso. Me refiero al asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, desde aquí quiero manifestar no solo mi repulsa por el hecho sino mi más sentido pésame a su familia, amigos y compañeros del Partido Popular.

Respecto al hecho en sí nada más que añadir, si acaso, desear que las investigaciones se desarrollen con celeridad y se esclarezcan los hechos de forma rápida, y que los/as culpables den con sus huesos en la cárcel.

Pero, a este hecho que es absolutamente lamentable y triste, se han unido otros, que si bien están a años luz en cuanto a las consecuencias luctuosas, si son desde luego dignos de considerar y de criticar.

Me estoy refiriendo a los comentarios surgidos desde diferentes “púlpitos” con el cadáver aún caliente de la Presidenta.

En la actualidad, creo que muchos escribidores, escribientes, tertulianos y profetas etc. ansiosos de notoriedad tienen un problema añadido, y es que como existen las redes sociales (twitter, facebook etc.) y estas son no solo muy activas, sino excesivamente rápidas y a la vez efímeras, tienen que tener una velocidad de reacción, que ya la quisieran Casillas o Victor Valdés, y claro como   muchos de estos semiperiodistas, de luces andan cortitos, meten la pata a los cinco minutos de que sucedan las cosas, con comentarios inoportunos, incorrectos o directamente malintencionados.

Lo digo porque algunas de las “estrellas” mediáticas de la derecha, como Isabel Sansebastián, Herman Tersch o Salvador Sostres, salieron enseguida a calificar el hecho, identificándolo con el clima de crispación, los escraches o directamente con la izquierda, cuando, y en principio, parece que todo tiene más que ver con rencillas y venganzas  personales entre la víctima y las supuestas responsables del delito, que para más inri militaban en el mismo partido.

A todos estos mi desprecio más absoluto si han actuado con mala intención y si lo han hecho por su propia ineptitud, pues si no lo mismo, si al menos mi reproche y la vieja recomendación de pensar antes de hablar.

Es verdad que también algún responsable político ha metido la pata, la más gorda (no por su peso que conste, sino por su cargo) la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en el mismo sentido que los periodistas y otros como esa concejala del PSOE de Arousa, con una infinita inoportunidad y falta de sensibilidad al twittear un viejo refrán. Eso sí, esta ha dimitido al día siguiente, cosa que le honra. La derecha ya sabemos que nunca dimite, porque si hubiesen dimitido en las filas del PP por un comentario o un hecho inoportuno o por falta de sensibilidad, igual no quedaba nadie en las filas peperas. Así en un breve recorrido: La Cospedal  y sus despidos diferidos, entre otras muchas, Andrea Fabra y el “que se jodan”, Marcial Marín y sus operaciones por decreto y las posteriores justificaciones,  nuestro Jesús Tébar y su genial “lo hace todo el mundo y yo lo hice cuando no era concejal”, Mayor Oreja y su “con Franco se estaba muy bien”, Gallardón, Arias Cañete etc. etc.

En fin que el twitter, el facebook, las tertulias o las ruedas de prensa las carga el diablo, aunque luego, la mayoría lo que hacen es hacerse el sueco.

BREVEDAD DEPORTIVA:

Voy a terminar por hoy con otra de periodistas, en este caso deportivos, llevo toda la semana escuchando que el Atleti merece la liga… Partamos de la base, que generalmente la liga la merece el que la gana o la gana el que la merece, que lo mismo da que da lo mismo y ello porque en una competición de regularidad con 38 partidos, convendrán conmigo, en que es mucho más difícil que influya la mala o buena suerte, los detalles etc. que en otras competiciones digamos más cortas y coperas, (aquellas en que todo o parte se decide en eliminatorias a partido único o a doble) Mundiales, Copas de Europa, del Rey etc. etc. donde una tanda de penaltis, un poste, un error o un acierto te lleva a la gloria o al fracaso.

Es cierto, que este año, como otros ha existido mucha igualdad entre los tres aspirantes al título y que todos han fallado (el Atleti también) en momentos puntuales, esto ha dado lugar a este último partido Barça-Atlético de Madrid donde se decidirá el campeón y el que sea habrá sido merecido pues al final será o bien el que más puntos ha sumado o el que en igualdad de puntos el que mejor goalaverge tenga.

Sin embargo esta “campaña” pro-mereciemientos del Atleti, es curiosa y es más curiosa si cabe, porque y no recuerdo nada similar en los últimos tiempos.

Mi pregunta es clara, si fuesen otros los contendientes ¿sería lo mismo? Seguramente tendremos oportunidad de comprobarlo, porque la próxima semana y una vez ya decidida la liga, se disputa la final de la Champions, donde también está el Atleti, 10 a 1 a que sea cual sea el resultado liguero, esa semana no se hablará, ni se repetirá por activa y por pasiva aquello de que el Atleti es (de los dos finalistas) el que más méritos ha hecho hasta ahora, aunque sea el único que permanece invicto… Cosas veras  amigo Sancho.          

                            Juan Antonio Andújar Buendía

viernes, 9 de mayo de 2014

EL SIRIMIRI QUE NO CESA


¿Por qué es malo el bipartidismo? Últimamente ando dándole vueltas a este tema, porque sobre todo y ante las recientes encuestas en las que el mal llamado bipartidismo PP-PSOE, cae pero no tanto y las mal llamadas alternativas (UPyD, IU) parece que frenan su avance y los mal llamados nuevos partidos (Podemos, Partido X, Vox etc. ) no terminan de despegar, he visto como cierta desazón cunde en muchos medios de comunicación que comentan la noticia como con pena,  y en las redes sociales donde los intentos muchas veces bienintencionados de amigos y conocidos por apoyar esa ruptura del bipartidismo tampoco tienen éxito etc. etc.

        El bipartidismo en sí mismo considerado no es bueno ni malo, tan solo es un reflejo de la propia sociedad, generalmente muchas sociedades plantean una bipolaridad o se establecen en torno a dicotomías ya sean políticas o de otro tipo. En Sevilla la gente es del Betis o del Sevilla y nadie dice que haya que crear o fundar otro equipo para romper ese bipartidismo entre béticos y sevillistas, se que es un ejemplo absurdo, pero es eso solo un ejemplo.

        Lo que yo vengo a decir aquí, es que que en una competencia electoral del tipo que sea, no tiene por qué ser un aspecto negativo que la elección se limite a dos personas, dos candidaturas o dos formaciones, al contrario en muchas ocasiones es hasta clarificador porque te permite no solo decidir entre una opción y otra sino que supone que en cualquier sistema electoral que se adopte, tu voto sea de verdad decisivo, sin que influyan restos, normas, mayorías ponderadas o segundas vueltas según que casos.

        Al fin y al cabo la democracia más antigua y más estable (democráticamente hablando que conste) del mundo los EEUU se basan prácticamente en un bipartidismo cuasi absoluto, sin apenas opciones para otras formaciones políticas, no porque no existan o por que la ley no los ampare, sino porque la propia sociedad americana así lo quiere (nos guste o no)

        Casi lo mismo se puede decir del sistema parlamentario más viejo de Europa, el del Reino Unido, basado en un 90% en ese mismo bipartidismo entre dos grandes fuerzas políticas, solo roto en contadas ocasiones y tampoco creo que para la estabilidad democrática le haya ido mal al Reino Unido, pues es curiosamente junto con el propio gigante americano y algunos otros países anglosajones como Canadá o Australia casi los únicos que se han visto a salvo durante los últimos casi dos siglos de las amenazas totalitaristas bajo una forma u otra.

        Los defensores del “pluripartidismo” hablan de que cuanto más partidos más opciones para los votantes, hablan de pluralidad y por tanto más posibilidades de elegir y de que una formación o una candidatura se ajuste a nuestras posiciones ideológicas y puede ser cierto, pero no es menos cierto que esa pluralidad no es ajena a esos países como EEUU donde existe un fuerte bipartidismo, ya que la pluralidad llamemos diversa de distintas siglas y anagramas se traslada en una pluralidad en el seno de los dos grandes partidos americanos el Republicano y el Demócrata donde existe una amplia amalgama de corrientes, líderes etc. plasmándose en las diferentes elecciones primarias que celebran para elegir a sus diversos candidatos .

        En realidad lo que sucede por ejemplo, aquí en España, es que las estructuras de los partidos (de todos, ojo) son muchas veces excesivamente monolíticas ideológicamente y  por tanto el debate se establece, bien contra el adversario exterior (las otras formaciones) o cuando se hace internamente (en los casos que se hace) se circunscribe casi a una cuestión de nombres, de personas, de líderes etc. y no a planteamientos más o menos progresistas, más o menos ideológicos y más o menos políticos.

        Vista así la realidad española, con los dos grandes partidos (PP y PSOE) manteniendo un suelo electoral bastante sólido, que aún en sus peores momentos roza o alcanza el 25-30% de intención de voto, el resto de formaciones no pueden aspirar a más que (en el mejor de los casos) alcanzar un misérrimo (aunque lo presenten como un éxito) 8 ó 10 %, más si tenemos en cuenta el voto en las Comunidades con Partidos Nacionalistas en las que aún hay una mayor fragmentación.

        De esta suerte el voto descontento con los dos grandes partidos, se fragmenta de tal forma, que puede hacer de mosca cojonera, incluso decidir en algún caso, y con mucha fortuna gobernar algún pequeño ayuntamiento, pero lo que no puede alcanzar es una mayoría para dirigir los destinos de un país, de una Comunidad Autónoma o de una gran ciudad sino es como mero aliado o instrumento de una de las dos formaciones principales.

        ¿Y se preguntará el lector que a dónde quiero ir a parar? Ni yo mismo lo sé, es solo una reflexión. En las encuestas de otros países de nuestro entorno, el voto descontento con los dos polos de la orilla Socialdemócratas y Conservadores se está agrupando en movimientos populistas unas veces con clara vinculación ultraderechista como en Francia y otras con extrañas formaciones como los euroescépticos británicos o los seguidores de Grillo en Italia, aquí afortunadamente eso es impensable, porque el ataque interesado desde determinadas atalayas al bipartidismo no tiene ese objetivo y porque en definitiva la fidelidad de voto del español medio es seguramente mayor, por cuestiones a veces sentimentales o por cierto sentido práctico que en otros países.

        Lo que sí me parece, es que ese ataque al bipartidismo a quién beneficia en la mayor parte de los casos es al PP:

        1º Porque a la derecha del PP no hay casi nada y lo poco que hay como VOX, con sus planteamientos radicales, no parece más que una chinita en el zapato popular.

        2º Porque a la izquierda (en lo que podríamos llamar centro) UPyD, Ciudadanos etc. que pueden atraer al votante digamos más moderado del PP, suelen presentarse (y de hecho ahí tienen su origen algunos de sus líderes) como de centro-izquierda, aunque luego su programa esté más cerca del PP que del PSOE, y por tanto es más fácil que capten entre los llamémosles “más centrados” votantes socialistas que entre los peperos.

        Y por el contrario la pretendida defenestración del bipartidismo perjudica  no solo al PSOE, sino a la tradicional 3ª fuerza IU e incluso a la posibilidad de formar mayorías de izquierdas :

        1º Porque supuestamente la mayoría de estos movimientos o partidos (Podemos, Equo, Partido X, Compromis, el partido del juez silva etc. etc.) se presentan como de izquierdas más o menos moderada, con lo que pueden arrastrar a tradicionales votantes socialistas o de Izquierda Unida, impidiendo no solo la subida del PSOE frente al PP, sino moderando la que parecía imparable subida de IU e impidiendo al final o haciendo más difícil las coaliciones  poselectorales

        2º La propia fragmentación del voto de todas esas fuerzas que ideológicamente no tienen tantas diferencias, supone a la postre, que ninguna de ellas tenga una representación relevante y con capacidad de decidir, con lo que la supuesta influencia de esas posiciones de izquierdas (surgidas de la ciudadanía, supuestamente) pero que no pertenecen a los partidos tradicionales de la izquierda se diluyen sin más y sin solución de continuidad.

        Ante esta situación y ante la exacerbada crítica al bipartidismo y a veces al tripartidismo (pues se incluye a IU) ¿no sería mejor, me pregunto que todo esa amalgama se canalizase en 2, 3 o como mucho 4 partidos aunque existiesen dentro de ellos diversas corrientes?

        Imaginemos un gran partido de Centro-derecha que eligiese su líder o candidato entre por ejemplo: Pedro Jota, Rouco Varela, María San Gil, Rajoy, Esperanza Aguirre, Albert Rivera y Rosa Díez. Aunque a la ronda final llegasen dos o tres

        Y en el otro lado un gran partido de Izquierdas con unas primarias a las que concurriesen en principio Pablo Iglesias, Ada Colau, Elpidio Silva,  Sanchez Gordillo, Anguita, Llamazares, Cayo Lara, Madina, Chacón, Patxi López, García Page etc. etc., aunque la lucha final estuviese entre  uno del ala más izquierdosa y el ala más moderada…

        Creo sinceramente que para el debate y el pretendido pluralismo, para la democracia en definitiva no solo sería mucho más interesante sino que más sano, porque y con esta pluralidad de siglas y esta amalgama de partidos, lo que estamos haciendo es votar matices, en vez de decidir que corriente ideológica nos va a gobernar.

        Ahora por ejemplo tenemos elecciones europeas y está claro que vamos a decidir quién nos gobierna en Europa si la Socialdemocracia o los Conservadores. En el Parlamento Europeo hay dos grupos mayoritarios muy definidos y otros dos el liberal de centro y la Izquierda bastante claros, pero luego hay una amalgama de no adscritos, es meridiano que esa Izquierda (donde se integran los eurodiputados de IU) apoyaría al candidato socialdemócrata para presidir Europa, pero ¿qué harán todos esos no adscritos? A ver si por un quítame allá esa izquierda o ese centro, van a dejar que nos siga gobernando la derecha…

 

 

                Juan Antonio Andújar Buendía