EL SIRIMIRI QUE NO CESA

Réquiem por Castilla-La Mancha: Castilla-La Mancha ha muerto y hoy, en esta nota necrológica, se hace preciso señalar a los responsables del óbito y llamar la atención de los castellanomanchegos, para que, si un día, volvemos a crear en esta olvidada tierra un proyecto de futuro, no la dejemos morir otra vez, en manos de los que nunca han querido el progreso de esta región.

        Castilla-La Mancha tuvo en su día un parto difícil, parecía que era aquella región hecha de despojos, de lo que no querían tener las otras regiones, especial o singularmente Madrid, Murcia y Castilla-León, el lastre que todos querían quitarse de encima.

        Tal vez por eso muy pocos creyeron en esta región y fueron esos pocos en especial José Bono Martínez, al César lo que es del César, los que intentaron poner en el mapa y en la conciencia colectiva, la necesidad de crear esto que hasta hace muy poco ha sido conocido como Castilla-La Mancha.

        Aquellos pioneros, partían de cero, 5 provincias sin apenas infraestructuras, con pequeños núcleos, a veces pequeñísimos, de población rural, en muchos casos con escaso nivel de escolarización, con ausencia total de servicios básicos y con un atraso, en todos los aspectos, de siglos.

            Sin una identidad que llevarse a la boca, con pocos puntos en común, por no decir ninguno, entre un alcarreño y un serrano,  entre un toledano y un albaceteño o entre un hellinero y un tomellosero… Castilla-La Mancha se fue construyendo en base a la necesidad común: Porque al fin y al cabo las necesidades de Sonseca, de Villarrubia de los Ojos, de Las Pedroñeras, de Hita o de Albatana eran las mismas.

        Castilla-La Mancha necesitaba, servicios de proximidad: Hospitales, Comarcales, Centros de Salud, Escuelas Rurales, Bibliotecas, Guarderías, Escuelas Rurales, Institutos, Universidades, Carreteras, Transportes, Centros de empleo, Agencias y Grupos de Desarrollo Rural, Atención ciudadana, mejoras agrícolas, industrialización, Tejido Social… Lo necesitaba todo… pues venía de la nada más absoluta… del olvido ancestral… del abandono que siempre tuvieron los señoritos, los dueños de las fincas que pasaban a cazar y ver al guarda, para preguntar ¿como está todo?, tomar un café y una copa en el casino mientras departían o echaban un mus con el cura, el boticario y el alcalde,  para volver después a Madrid a seguir manejando los hilos de un pueblo, que soportaba el yugo con el estoicismo y la resignación del sometido.

        Y Castilla-La Mancha lo tuvo todo y se creó, de esa nada, una región, y fue, por que no decirlo, un éxito de las gentes y los políticos de Castilla-La Mancha, con sus defectos y sus virtudes.

        Y a los señoritos se los llevaban los demonios, porque el hijo del guarda iba a la Universidad y como era más listo y más trabajador, desplazaba a sus hijos en la competencia laboral, porque la mujer del peón paría en la cama de al lado del Hospital, porque el camarero del casino montaba su propio restaurante y le iba bien, porque los chavales y chavalas iban al Instituto y ya no querían ser esclavos de sus fincas  y sirvientes de sus casas solariegas etc. etc.

        Pero los señoritos tenían aún armas, tenían medios de comunicación, tenían altavoces y tenían la ancestral estupidez de cierto sector del pueblo que siempre envidió a los señoritos y siempre quiso ser los señoritos, o por lo menos los lacayos favoritos del señorito.

        Y Castilla-La Mancha perdió unas elecciones contra sí misma en Mayo de 2011 y la perdió en las ciudades y en los pueblos grandes, en Albacete, en Guadalajara, en Ciudad Real, en Hellín…

        Y los señoritos volvieron, ahora vestidos de Presidenta, Consejeros y Consejeras, siguen viviendo en Madrid, como antes, y siguen viniendo a dar una vuelta por la finca…y trajeron consigo un montón de nuevos señoritos, o eso se creen ellos, porque los señoritos, saben perfectamente quien es quien, y quien tiene pedigree y quien no.

        En un año, los señoritos, se lo han cargado todo, ellos lo llaman recortes, pero en el fondo, no es otra cosa que la vuelta al pasado, al abandono, al ostracismo, a la escasa salida y a la precariedad, a la emigración, a la muerte del medio rural y por ende a la muerte de Castilla-La Mancha, que es de lo que se trata.

        Porque los señoritos, nunca han creído en esta tierra, porque nunca les ha importado más que para su propio solaz y su propio beneficio.

        ¿Qué más les da a ellos si la gente de Ontur, de Albatana, de Fuente Álamo, de Tobarra o incluso de Hellín se queda sin servicios, si ellos van a seguir viviendo en Madrid o si son de medio-pelo en Toledo o Albacete?

        ¿Que les importa que no haya transporte escolar, escuela rural, que no se sustituya al médico del centro de salud, que no se atienda al inmigrante o que no haya nada para el desarrollo de los pequeños pueblos de Castilla-La Mancha…?

        Los señoritos tienen nombres, y sobre todo, apellidos, Echaniz, Romaní, Marín… y especialmente Cospedal, pero también tienen, y esto es lo más triste, nuevos capataces, nuevos guardas de las fincas. Ahora se llaman alcaldes y concejales del partido popular y sus socios, que reciben con besos y abrazos a los señoritos vestidos de delegados, consejeros etc. y les cuentan como está todo, sin una petición, sin una reivindicación, sin una queja (como antaño) mientras ven pasivos y sometidos, como sus pueblos se van muriendo a jirones con cada servicio perdido o cerrado.

        Los alcaldes socialistas, sé de primera mano, que se rebelan, que protestan y que incluso en muchas ocasiones, luchan denodadamente, por, como si de un hundimiento se tratase, salvar lo que se pueda, aguantar con el agua al cuello hasta donde puedan y no abandonar sus municipios a una suerte que parece estar echada. Aunque a veces les den ganas de mandarlo todo a…. y dejarlo todo en manos del señorito.

         Y luego está el pueblo, este pueblo que aún no se ha quitado el olor a cilicio y sacristía, a procesión y vela, que no se arranca las cadenas del todo… cuando veo las cuencas mineras siento sana envidia, si este pueblo amarrado a la vid, al olivo, al cereal y al secano consiente también llevará en ello su penitencia. Y tal vez un día, tanto al pueblo sometido como a los señoritos y a los capataces que dicen amén a todo, alguien, una de nuestras generaciones perdidas, les pida cuentas y muchos no tengan donde esconderse.

        Castilla-La Mancha ha muerto, solo falta el certificado de defunción, el entierro y el responso, yo dejo aquí mi Réquiem:

        Hace unos años hice un verso dedicado a Hellín, que empezaba “Mi pueblo ni es Mancha ni es Castilla…

y por más que se acerque a la sierra y su quebrada

y a la huerta de tiernos frutos en su ingle

mi pueblo es un enclave ausente de su entorno…”

        Sigo pensándolo, pero:

Mi pueblo, Hellín y su comarca…

que sin ser Mancha ni Castilla…

es seguro que son Castilla-Mancha,

se morirán mañana, en la desidia

de su gobierno vestido de recortes

y a su entierro asistirán indiferentes,

con cara de tristeza y ampuloso porte

Consejeros, Diputados y hasta gente…

pasada al enemigo de la tierra:

Gente de la vid y el cereal,

antigua gente de olivos y de sierras,

que ahora son gente de tonta capital.

Paseando con corbata por Toledo,

durmiendo por Madrid en Guadalajara,

Albacete “tontaepija”, nada nuevo,

Mancha Ciudad Real, Cuenca encantada.

No me busque la Cospe entre sus fans,

ni me busque en Fuente Álamo Marín,

no me abrace en Almansa su juglar,

ni me llame Manolo, aquí en Hellín.

No asistiré al entierro regional,

ni haré la cruz en la misa del Obispo,

no abrazaré a los viejos del lugar,

si pecan de silencio y conformismo.

Los hijos que nos llaman hoy Papá,

no quisiera que mañana nos llamaran

siervos del señorito… nada más.

No quiero que nos echen nada en cara.

Este réquiem ni se rinde ni se calla,

retumba entre las piedras del secano…

es un grito de alarma y de metralla;

Es un canto de ir mano con mano…

una señal de alerta en el vacío…

Llamemos a los pueblos reinventados:

A levantarse del yugo y del hastío,

llamemos a los hombres del arado,

 a las mujeres rescatadas de la nada,

a los jóvenes que ya fueron otra cosa

y al viejo que se sienta en la explanada…

Saquemos a la muerta de su fosa,

y si tenemos que firmar la defunción,

con esta tierra rota y enterrada;

huyamos de la vil resignación,

y que nos pillen… esta vez…con barricadas.

BREVEDADES:

Dice el presidente de FEDA, Artemio Pérez Alfaro, (que cara tan simpática que tiene usted) que preocupa mucho en su organización el descenso del consumo. Pero hombre de Dios, no decía usted que las medidas de la Cospe y de Mariano, eran superguays del paraguay, o es que creía usted (en su inocencia), que si echaban a interinos a la calle, que si reducían el sueldo a funcionarios, que si quitaban becas y programas y por ende trabajadores, que si había ERES a tutiplén, que si se suprimen prestaciones y ayudas, que si subían tasas e impuestos etc. etc., íbamos a tener más dinero “pa consumir”.

        Mire usted, presidente de los empresarios, en las cuencas mineras, cuando hay una huelga general, manifestaciones y marchas, los mineros no caminan solos y cierra hasta el Tato, porque el dueño/a de la panadería, del bar, de la zapatería, de la papelería… que no es tonto ni se lo hace como otros, sabe perfectamente que si el minero no trabaja o no cobra, el minero no compra.   

       

Juan Antonio Andújar Buendía