UNA FRASE

Llamó a mi puerta la nostalgia y no le abrí... pues estaba buscando soluciones para el futuro




viernes, 15 de junio de 2012

EL SIRIMIRI QUE NO CESA

HOY MI PEQUEÑA ESTHER CUMPLE UN AÑO:
Esther, hoy cumples un año y yo que soy tu padre y tengo este entretenimiento heredado de tu abuelo, me pongo ante el papel para dedicarte este sirimiri, podría recurrir a los versos de Miguel, ay, siempre Miguel, para decirte que “tu risa me hace libre, me pone alas, soledades me quita y cárcel me arranca” y sería verdad, tan verdad como el hambre que pasaba el hijo de Miguel cuando solo se alimentaba de cebolla, pero que quieres que te diga, chiquitina; Hay veces que me tira casi más la indignación que reflejaba el propio poeta en los mismos versos cuando le decía a su niño aquello de “…cuando en la dentadura sientas un arma, sientas un fuego…”
Hace unos días, mi pequeña Esther, la ínclita vicepresidenta del gobierno de esta España nuestra y que por suerte para ella, tiene un niño pequeño también, Soraya Sáenz de Santamaría (líbranos de todo mal), decía que “debíamos ser conscientes que nuestros hijos iban a vivir peor que nosotros” (Aunque me dejó con la duda de si se refería a todos o solo a los nuestros, porque los suyos, los de ellos, ya se sabe, van a coles de monjas y curas, a universidades del OPUS y a Masters en privadas del Tea Party). Pues eso, yo, que soy de natural optimista, porque creo que la humanidad, con todos sus defectos, que conste, progresa, me niego a aceptar  con resignación (y mucho menos con resignación cristiana, pues nunca Cristo fue resignado, más bien lo contrario), que tú Esther y tu hermana Belén vayáis a vivir peor.  
Cuando tu madre y yo, en colaboración y en divertimento decidimos “hacerte” tanto a ti, como unos años antes al “tormento” que a veces te agobia y a veces te hace reir a carcajadas, y que atiende por Belén Andújar López, pensamos, (quizás inocentemente frente a la clarividencia de Soraya), que te íbamos a dar un futuro mejor que el nuestro, igual que tus abuelos nos lo dieron a nosotros, mejorando (como era su obligación, por otra parte) lo que habían hecho (en los tiempos oscuros) sus padres. Así es, al menos así lo creo yo, como debe ser y como ha sido desde que el mundo es mundo.
Es verdad, también, que cuando tú naciste, el presidente del gobierno de este país, era un señor que además de no tener barba como el de ahora, era también un hombre, que, al menos a mi juicio, no pretendía engañarnos (aunque se equivocase) y que tenía, también a mi juicio, algunos conceptos en materia de derechos, libertades y prestaciones sociales, digamos bastante más claros, que el actual, siendo benevolente ahora en el juicio.
También es verdad, que el día que tu naciste, en Castilla-La Mancha había un señor de pelo blanco como presidente y no una señora con mantilla, que aunque ya había ganado las elecciones, aún no había tomado posesión y que con este señor, el del pelo blanco, digo, (que aunque muchos te digan que era muy malo y muy despilfarrador, tú no te lo creas) habíamos conseguido muchas cosas, como Hospitales, Centros de Salud, escuelas públicas, transporte escolar, atención a los mayores etc. etc., muchas veces hasta en los pueblos más pequeños, que ahora con mantilla los jueves y sin ella los viernes, nos quieren quitar y/o recortar.
Cuando tú naciste, tesorete, no había mineros en huelga, ni rescates que no son rescates, que son rescatillos, ni la ratio de alumnos era de 30 por clase sin profesor de apoyo, ni hacer un ERE era más fácil que hacer pis y hasta creíamos que Rato era buen gestor y Divar un hombre justo.
Había prensa libre y de izquierdas en los quioscos, creíamos que Rubalcaba era un hombre capaz, que IU era incapaz de pactar con el PP, Mourinho no le había metido ningún dedo en el ojo a nadie, no habían aburrido todavía a Guardiola y teníamos la esperanza (que no Aguirre), aunque nos lo temíamos, de que Del Bosque no saldría con Xabi Alonso y Arbeloa de titulares en la Eurocopa
 Pero también es verdad, chiquituna, como te llama tu hermana, que nada es eterno, nada es para siempre y como decía un paisano, “siempre que llueve, después escampa” Por eso, Esther, no pierdo la esperanza, en dejarte un mundo mejor, aunque ahora parezca difícil, al que llegaste hace ahora un año, al fin y al cabo; tu no pediste nacer, como dice tu madre y  sería injusto y sería imperdonable, por mi parte, no hacer todo lo posible porque así sea. Así que, “petunia”, dejame decirte que al final es preciso seguir soñando, debajo de los adoquines y de las primas de riesgo y de los bancos (añado), sigue estando la playa y como decía el poeta-cantante, en la mítica canción, que tanto le gusta a “tu Belén” cuando me ve, en esos días revolucionarios que uno tiene cada mes, como si de una hemorragia menstrual se tratase: “Habrá un día en que todos al levantar la vista, veamos esa tierra que ponga libertad…”
Sí, hay cosas, y eso deberás aprenderlo cuando llegue el momento, que no vuelven, que no se recuperan y que no mejoran. Tu abuelo, Juanín, está en Gabor y sé que desde allí te cuida y te vela, pero ya no va a poder acercar tu carrito a su sillón, como hacía cuando eras todavía más pequeña para entretenerte y mecerte, mientras tus padres hacíamos cualquier otra cosa, algún día, eso sí, cuando seas un poco más mayor, su voz, a través de la mía aguardentosa, sonará cerca de ti para recitarte los últimos versos que te hizo.
Mientras tanto, chiqui-trompy, permítele a tu padre, que se exprese con, como decía Gil de Biedma, “el juego de hacer versos…” y que te dedique este poema, como regalo de cumpleaños

        En este 2012, desarmado y cautivo…
tu risa, me sigue haciendo libre,
me sigue reforzando, mientras mi mano escribe,
me sigue haciendo gracia, el hecho de estar vivo…

        Cumples un año, tan suave en tus mejillas…
que acaricio tu encanto, vestido de ternura
saboreo tus ojos, tu nariz, tu pequeña figura
y juego con tus manos diminutas de ardilla

        Cada vez que papá te retiene en los brazos,
mientras buscas zafarte y perseguir por el suelo
cualquier trasto que puedas sujetar con los dedos…
cada intento de andar… los pequeños porrazos…

        Conforme vas cogiendo la torpe autonomía,
conforme vas surcando etapas de la vida,
se me escapa el bebé y… aparece la niña…
tiene un poco de triste, mi feliz alegría.
       
Cuando hueles a Esther, cuando sabes a cielo…
Cuando estiras los brazos… cuando el sueño te puede…
Cuando solo a tu madre pareciera que quieres…
Cuando solo con ella aparece el consuelo…

        Que tu hermana te incordia, que la gente te besa,
que “que grande y que guapa” y todas esas cosas
que te arrastras a gatas y “limpias” las baldosas…
que pruebas la comida y aumenta lo que pesas

        Que Belén te dice… -tesoro, chiquituna-…
Que de tanto quererte, apretando, se pasa…
Que te coge mamá y que por fin te relajas,
que te vas a acostar…  que te deja en la cuna

        Cuando lloras o gritas, cuando juegas, braceas
que te pones de pie agarrada al futuro,
la bañera y el gel, la hidratante del culo…
que te sale algún diente, que te duele y babeas.

        El peluche en el nido, el asiento del coche,
el termómetro, gotas… la papilla de frutas
el primer gusanito, el paseo… la canción que te gusta,
el dibujo animado y el silencio en la noche…

        En este 2012 de intangible dureza,
cuando cumples un año de incipiente descaro,
entre primas de riesgo, crecimiento del paro…
Defender  la alegría… Combatir mi tristeza…

        Alimentas la vida que tengo entre las manos;
la ausencia nos oprime y tú nos la adelgazas
Belén juega contigo, mamá que ya te abraza…
Y yo me siento vivo… me siento ser humano.

        En este 2012 terriblemente extraño,
de padres que se van sin tiempo a despedidas
de llanto interrumpido… de versos con heridas
Hoy voy  ser feliz que hoy es… ¡tu cumpleaños!.

BREVEDAD a modo de Posdata: Ya que hablamos de niños y ya que el otro día fue el día mundial contra el trabajo infantil, mientras llegue otro día en que no haya que reivindicar, ni protestar por esta lacra, que es, que aún queden en el mundo niños y niñas, que en lugar de ir al colegio o jugar o ver los dibujos animados, tengan o se vean obligados a trabajar, muchas veces en condiciones infrahumanas, dejo aquí otro verso, aún a riesgo de ser cansino y pidiendo disculpas de antemano, que aunque escrito hace tiempo, sigue teniendo actualidad.

NANA DIMINUTA DEL NIÑO OBRERO
                          Quiero secar de lágrimas tu acento.
                Quiero poblar de risas tu cintura.                     
                Quiero llenar de rosas tu alimento
                y combatir tu vida en sepultura.   
                Quiero besar tu mano encallecida.        
                Quiero abrazar tu frente sudorosa.
                Quiero romper tu cadena enmohecida
                a dentelladas de rabia luminosa.

Juan Antonio Andújar Buendía

2 comentarios:

  1. Yo ya soy abuelo, pero me has hecho recordar a mis niñas. Claro, que cuando seas abuelino, todavía va a ser peor.Lo que pasa es que yo no sé escribir lo que siento. Es una pena. Gracias.

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  2. Gracias Paco, no sabes bien como echo yo de menos al abuelo de mis niñas, seguro que sabes expresarte perefctamente, porque hay muhcas formas de expresión y muchas veces, vale más un gesto, que un montón de palabras en un papel. Además, a veces los escritos más sencillos en los que uno simplemente dice con sus propias palabras lo que siente son los mejores.
    Un abrazo
    Juan Antonio

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