Mañana (u hoy) se termina un año de mierda y van... y en la soledad de la noche escribo esta rayada... que he titulado
ES NAVIDAD...
Es Navidad en los rincones más recónditos del alma...
allí donde la infancia pierde el nombre,
donde se buscan las alondras y los peces
y navegan al unísono sonoras bandas de limones azules...
Es Navidad, calavera mía,
sórdido hueso de padre arrancado...
inevitable sombra que cabalga conmigo de costado
y me une al pasado futuro de la muerte...
Me arrodillo ante ti, esqueleto inmóvil,
acechante espectro de tenebrosa espera,
impaciente y recalcitrante torre de silencios
y no hallo más respuesta que el invierno...
Es Navidad en cada sitio de mi angustia,
de mi miedo y mi cabeza desnortada,
invisible, perdida y a la vez recubierta de esperanza...
Es Navidad en el primer instante
en que vuelvo a besar los labios
que acompañan esta tenue existencia
y que me cubren en el deseo de un momento...
Es Navidad en la tupida escala de la vida
donde cuatreros innobles
asolan mi rancho, mi hacienda y mi cosecha...
Es Navidad aquí y ahora...
Y por más que quiera reclamar
ancestrales instintos de fútiles protecciones...
He de seguir de nuevo el camino de los sueños...
Te beso otra vez, calavera mía,
no será la última lo prometo,
pero debo afrontar los tiempos de tu ausencia
al lado de los míos
Es Navidad, papá, ¡te echo de menos!
(como no puede ser de otra forma)
pero sigo adelante con ellas...
con las mujeres que pueblan las estancias y llenan los vacíos...
Es Navidad, Juanín, y voy al frente....
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