LA RONALDA ESTÁ TRISTE

La Ronalda está triste… ¿Qué tendrá la Ronalda?

Los suspiros se escapan de sus ingles y nalgas,

que ha perdido la risa, que ha perdido el balón.

La Ronalda está solo en su silla de oro,

la caverna no canta sus hazañas a coro,

y en un campo lejano Messi marca otro gol.

El jardín viste el Palco de los Pavos Reales.

Florentino lo acuna y le cambia pañales,

lo embadurna de crema y le quita el olor.

La Ronalda no ríe, la Ronalda no siente;

la Ronalda que llora, mientras calla su agente,

ya no tiene cariño, ya no tiene calor.

¿Piensa acaso en Mourinho de estrategias geniales

que pudiera haber sido comprensión de sus males

para ver de sus pechos el amor y la luz?

¿O en jugar con la Roja de Xavi e Iniesta

Eurocopas, Mundiales y otros días de fiesta?

En lugar de con Pepe y Moutinho ¡Que cruz!

¡Ay! La pobre Ronalda de los tacos de goma,

quiere ser Beckenbauer, quiere ser Maradona,

quiere ser Ronaldinho, quiere ser Zinedine

que le digan Kubala, que le llamen Eusebio,

ser un héroe en Madrid como aquel Don Alfredo

quiere ser Ronald Koeman, quiere ser Johan Cruyff.

Ya no quiere gomina, ya no quiere más fotos,

ya no quiere ferraris, ni yates, ni más motos,

ni modelos con tetas apestando a chanel.

Y están tristes los ultras: fondo sur, fondo norte

y está triste el ministro, la alcaldesa y la Corte,

y está triste Esperanza y Mariano también.

Pobrecita Ronalda de los muslos turgentes,

está presa en su oro, está presa en su ambiente,

en la jaula de mármol de un Mourinho cruel,

la estrategia le aprieta, le coacciona el esquema,

Casillas no la quiere, Marcelo la quema…

Otro premio que vuela, ¡se le salta la hiel!

¡Oh, quien fuera Messi surcando una defensa!

(la Ronalda está triste, la Ronalda está tensa)

¡Quién pudiera un partido junto a Xavi jugar!

¡Quien tirara paredes con Iniesta al despiste

-La Ronalda está tensa, la Ronalda está triste-

la caverna no apoya cuando hay que votar!

-“Calla, calla, Ronalda- le dice Florentino-

Con millones a espuertas hacia ti me encamino;

en un brazo Turienzo, en el otro Lahoz

ya te llevo a Roncero que te chupe…las botas

A Relaño y a Siro y a 500 pelotas…

ya te baño yo en oro… ya te compro el balón”.