EL SIRIMIRI QUE NO CESA-SEPTIEMBRE

Septiembre

        Septiembre es un mes que inspira, inspira esa mezcla entre nostalgia por la proximidad del otoño, el fin de las vacaciones y el reencuentro con las amistades cotidianas, frente a las de temporada que dejamos atrás, con un hasta el año que viene, en los últimos días del periodo estival.

        Implica ese tiempo de “¿Ya habeis vuelto?” “¿Cómo estais?”, de típicas y tópicas bromas repetidas “¿Qué tal las vacaciones bien o en familia?” “Cortas” etc. etc.

        Septiembre es ese mes que cantaron Los Enemigos y que tantas veces escuché en garitos de “mal (o bien, quien sabe) vivir” en esa época de añorada (o no tanto), juventud, con El Miguel, El Segu, César y Emeterio, entre otros.

        Es ese encuentro esperado cada año con la Feria de Albacete, con sus chiringuitos, su sartén, su olor a bocata de morcilla, a panocha asada, a algodón dulce y también, por que no decirlo, a urinario público y detritos de ancestrales y cuasi-míticas borracheras.

        Septiembre es ese mes, que cuando somos pequeños implica la vuelta al cole, el retorno a los compañeros y al maestro o maestra que durante 9 meses como si fuese un embarazo  va a intentar, con denodado esfuerzo, y aunque le recorten sueldo y elementos, inculcarnos algo de saber.

        Es también el tiempo de afrontar la asignatura que se nos atragantó en un invierno que nos parece entonces tan lejano, como si hubiese pasado un siglo.

        Septiembre es ese mes, donde ahora cientos, miles, tal vez millones de padres, se llevan las manos a la cabeza, al ver el precio del material escolar, mientras preguntan con retranca si es que este año le toca a su hijo o hija pagar el de toda la clase

        Es ese infalible espacio donde buscas tu nombre en la lista de admitidos para estudiar una carrera que no sabes si te dará de comer o simplemente quebraderos de cabeza.

        Septiembre es ese mes donde como decía Serrat en una vieja canción un pueblo hace de la derrota día de fiesta nacional.

        Ese mes donde uno no puede hacer otra cosa que recordar a Allende y rebuscar entre los viejos cassetes heredados o entre los nuevos Cds, que adquieres para no perder tu origen y tu historia, aquello de “Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentado…”

        Septiembre es también, y en ese mismo día 11 de Septiembre, ese momento, en el que el mundo tiembla con forma de Torres Gemelas y donde definitivamente alcanza el valor la imagen más allá de las palabras.

        Pero también es mes de Independencias, de Mexico insurgente, de la adquisición de la condición republicana, tantas veces luego subvertida, en toda Centro-América, y en algunos puntos de Sudamérica, el propio Chile entre ellos.

        Un día de septiembre comenzó la segunda Guerra Mundial y un día de Septiembre concluyó también este episodio, el más sangriento que el ser humano se ha “dado” a sí mismo con la estupidez que le caracteriza.

        En Septiembre, casi siempre, empieza la liga y con ella las ilusiones de un número incalculable de aficionados al fútbol, que sueñan con que allá por Mayo y Junio, sus colores ondeen en la gloria de un título, una clasificación europea, un ascenso o lo que es más prosaico y a la vez mas sufrido, la simple y a la vez difícil permanencia en la categoría en cuestión.

        Empezamos las colecciones de cromos en septiembre, algunos buenos propósitos del tipo: estudiar todos los días para que no nos pille el toro, apuntarnos al gimnasio, a natación, a la escuela oficial de idiomas o a la UNED…, ponernos a régimen en cuanto pase la feria y hasta Navidad, ahorrar tras los desfases veraniegos, hacer deporte para quitarnos las cervezas que nos han dejado el flotador al volver de la playa y no cabrearnos si este año, perdemos la liga o bajamos a segunda.

        Septiembre es ese mes donde hay que echarse la “rebequica” por las noches, donde nos quedamos durmiendo viendo la vuelta ciclista por las tardes, donde estamos deseando que los “críos” empiecen el colegio y no estén tan “cansinos” y lleguen a casa “reventaos” y nos dejen algún rato tranquilos, para luego llorar casi más que ellos el día que los dejamos por primera vez en el “cole” o en la “guarde”.

        Es ese tiempo donde las radios y las cadenas de televisión anuncian sus nuevas temporadas, generalmente con el afán de “jodernos”, quitando nuestros programas favoritos o sustituyendo a aquellos/as presentadores/as, locutores/as, que nos gustaban tanto que casi los considerábamos de la familia.

        Septiembre es tiempo de vendimia, de olor a vino en el tonel, de barrica de roble, de lagar, de fiesta en la cosecha y de remolque.

         Y Septiembre acaba con la Feria de Hellín, como epílogo entrañable del verano infantil, de los antiguos recuerdos que se mezclan con los nuevos, intentando repetir con los nuevos infantes y en los escenarios renovados todo lo vivido siendo niños, en un pasado que se acerca como nunca y nos mantiene unidos a la tierra.

        A mí, que quieren que les diga, creo que se me nota…  Me gusta Septiembre.

        Hellín ciudad privada o vendida:

El otro día y hablando con una alcaldesa socialista de la provincia, que como todos los alcaldes tienen dificultades, y más parece que van a tener, para afrontar los gastos corrientes, se me ocurrió decirle.

        -Oye, pues haz como en mi pueblo, véndelo todo o privatízalo.

        Ante mi broma, me preguntó a que me refería, y yo, le expliqué que en mi pueblo, habíamos “alquilao” una parte del parque a un señor para que monte un chiringuito de playa, le habíamos “alquilao o cedío” a otros señores la plaza de toros para que, no solo organicen espectáculos taurinos, si no para que monten allí restaurantes, hagan otro tipo de espectáculos e incluso pongan pantallas gigantes para partidos de fútbol y le cobren una entrada a una “afición” o lo que sea, que aunque no vaya al campo cuando hay “fumbol” si le gusta vaya usted a saber por qué, ver los partidos de la selección hacinados en un coso taurino, con un montón de gente alrededor.

        Parece ser que nuestro Ayuntamiento y su Junta de Comunidades afín, “Marcial-Marínescamente” al frente, tiene previsto “privatizar” la gestión del Tolmo de Minateda como parque arqueológico.

        Yo ante estas cosas, me pregunto… Parto de la base de que es legal todo, que conste. ¿Pero es normal, que una parte del parque se “cierre” y se destine a un uso y “lucro” privado? ¿Esteticamente y tras el “inolvidable legado” en forma de Noria y otros hierros como el cerramiento del Parque, de anteriores corporaciones populares, qué le parece a este pueblo adormecido y a sus representantes políticos ese engendro chiringuitesco y playero en medio del Parque? ¿Si un día este señor se va, o su negocio no funciona, se ha comprometido a dejarlo todo como estaba ó tendremos que tragar con esta obra per secula seculorum?

¿Si el Ayuntamiento, o alguna asociación quiere realizar alguna actividad  en la Plaza de Toros, tendrá que pagarle a la empresa que tiene la concesión? ¿Si es rentable esto para una empresa, no sería también rentable para la Administración Pública? ¿Si la concesión es para todo tipo de actividades, la conservación, mantenimiento, limpieza, vigilancia etc. también corren a cargo de la empresa?

En cuanto al Tolmo, ¿Es ético y moral, que algo que es Patrimonio de la Humanidad, como las pinturas rupestres vaya a ser explotado por una empresa privada, cuyo objetivo, lógicamente, es ganar dinero? ¿Volvamos al tema, si es rentable para una empresa privada, por qué no lo es para un organismo público? ¿Se lo van a conceder a alguna empresa hellinera? ¿Va a generar empleo en Hellín?.

En fin preguntas, que me asaltan, como me pasa por ejemplo con cualquier privatización, Ejemplos: Si uan empresa privada se hace con la gestión del Hospital de Almansa, se supone que será porque es rentable… Si es rentable ¿por qué se privatiza?

Si una empresa compra un colegio a una orden religiosa, se supone que es porque entre las subvenciones, por ser concertado y tal es rentable, si es así ¿Por qué no lo compra la Comunidad Autónoma, el Estado o el Ayuntamiento en cuestión?

Podríamos seguir, tirando para arriba, con ventas en su día de Renfe, Telefónica, Repsol, Iberia etc, etc, pero sería meternos ya en demasiados berenjenales…

En cualquier caso y ya puestos… a ver si los Minguez Boys, un día de estos “privatizan” el Rabal, el Jardín o la Semana Santa, qué se yo…

BREVEDADES:

BREVEDAD 1. En los tiempos que corren y en los medios de la derecha, o sea casi todos, ya sea a nivel nacional, autonómico, provincial o local, se están produciendo purgas, censuras, despidos etc. etc. Aquellos que en otros tiempos se rasgaban las vestiduras y se hacían pasar por adalides de la libertad de expresión, hoy callan, asienten y en algunos casos como en los temas de RNE y TVE, entre otros, directamente ejercen de brazos ejecutores.

BREVEDAD 2. Me hace mucha gracia la cantinela de casi todos los gobiernos municipales, sobre las fiestas, ferias y demás. El típico “haremos más con menos… Serán austeras pero mejores”.

Miren concejales de festejos que en el mundo han sido… No digan más tonterías, digan la verdad, si hay menos presupuesto lo normal es que sean peores, sean sinceros, digan: “Vamos a intentar hacer unas fiestas dignas”, pero no nos tomen el pelo

 BREVEDAD 3 A mí que el equipo de futbol de Hellín se llame Bakú Hellín Deportivo, no me gusta, ¡ea!…

Es que me suena absurdo preguntar ¿Cómo ha “quedao” hoy el Bakú? Me suena a que me van a contestar ha “empatao” con el Ulam Bator, pero en fin.

Es que yo, no me imagino al Moscú Real Madrid, al Pekín Futbol Club Barcelona, o al Pyongiang Atlético de Madrid, ¡ea! Que no me los imagino, a no ser que Jose Luis Cuerda haga una película…

 

         

Juan Antonio Andújar Buendía