UNA FRASE

Llamó a mi puerta la nostalgia y no le abrí... pues estaba buscando soluciones para el futuro




lunes, 3 de junio de 2013

EL SIRIMIRI QUE NO CESA- ARGUMENTOS FALACES

Los argumentos falaces I. A vueltas con los debates que se están produciendo en cualquier foro, tertulia, blog o artículo de opinión que se precie, a todos los niveles, sobre el tema de la Religión en la escuela me encuentro con infinidad de argumentos falaces.
        El primero comienza con una aseveración cierta o medio cierta, aquella de “Los padres tenemos derecho a decidir la educación (o el modelo de educación) que queremos para nuestros hijos”, aunque discutible.
        Primero porque tampoco está tan claro ese derecho, ¿tenemos derecho los padres a decidir que nuestros hijos no aprendan matemáticas, lengua o historia? Creo que no, ya que la educación en cualquier país, debe ser una cosa que dependa de la voluntad de los poderes públicos y no del capricho de unos padres, entre los que hay de todo como en botica, y pueden ser buenos, malos, regulares o mediopensionistas.
        Pero en fin admitamos, que los padres, tengamos el derecho a decidir la “formación moral” que no la educación, que es otra cosa, de nuestros hijos. Cosa que también podría discutirse, pues dentro de ese saco de padres, en el que me incluyo, puede haber más de uno, cuyos planteamientos éticos, morales o religiosos, digamos “eufemísticamente” no sean muy recomendables. ¿Tenemos derecho los padres a educar a nuestros hijos en el racismo, el machismo, el sectarismo, el clasismo, el fanatismo religioso, político etc. etc.? No sé hasta qué punto, pero admitámoslo, aunque sea solo por el antiguo dogma de la patria potestad. Admitamos que podemos hacerlos del opus, del Betis, de la Cofradía tal o pascual, o llevarlos a la Iglesia Evngélica, desde que nacen, admitamos también que podemos leerles a Marx o el Corán por las noches en vez de los tradicionales cuentos de los hermanos Grimm.
        Pero esa formación moral, religiosa, ética, o esos principios ¿deben inculcarse en la escuela pública y/o concertada? (si uno va a la privada y paga, que haga lo que quiera). Y caso de responder afirmativamente a la pregunta. Esa formación moral, ética, religiosa, política o del tipo que sea, ¿debe contar para la nota?
        Mi conclusión es que este argumento, generalmente utilizado por los defensores de la Religión (católica, por supuesto) como asignatura y como asignatura curricular es falaz. 1º Porque el derecho (discutible, pero admitido) a que los padres decidamos sobre la formación moral de nuestros hijos no implica ningún “derecho” a que esa formación se dé en la escuela pública (se puede dar en cualquier otro sitio, desde la casa, a la iglesia, el templo, la sinagoga o el centro social del barrio) y 2º porque aún admitiendo que se diese en la escuela, no existe que yo sepa ningún derecho a que esa formación cuente para la nota o el curriculum.
        Los argumentos falaces II. El segundo argumento falaz que utilizan los defensores de la religión en la escuela pública y que enlazan (astutamente con el anterior) es que la enseñanza de la religión en la escuela, al ser una asignatura optativa, garantiza la libertad de elección de los padres que pueden elegir y es democrático, acusándonos a los padres y ciudadanos que estamos en contra, de ir contra esa libertad de elección y contra la democracia.
        Este argumento es, además de peregrino, ya que hablamos de religión, mucho más falso que el anterior.
        Porque no existe una real posibilidad de elección.
        Veamos, yo puedo elegir entre Religión Católica y la alternativa, lo que antes se llamaba ética y que ahora será Educación en Valores o algo así.
        La falacia, no está por tanto en que se permita la elección de los padres de optar por una asignatura de Religión, la Católica, en la que, se supone, que se van a inculcar a los hijos unos principios claros, definidos por el dogma de la Iglesia Católica y con los que, se supone, que están de acuerdo los padres. Sino en que la alternativa al tener que ser genérica “Educación en Valores”, no garantiza, al menos en condiciones de igualdad, los derechos (supuestos o reales) del resto de los padres.
        Por ejemplo ¿Está garantizado en situación de igualdad la enseñanza en centros públicos de otras religiones? En principio y hasta donde yo sé, no, ergo los niños musulmanes, judíos, budistas, protestantes etc. y sus padres, no tienen los mismos derechos, aunque ahí también tendrán culpa sus líderes religiosos, que no han conseguido del Estado el mismo status que los católicos.
        Pero la situación es más grave para los padres ateos, agnósticos o simplemente librepensadores. ¿O es que acaso en esa alternativa a la Religión Católica, se va a decir abiertamente que Dios no existe o por lo menos qué no se sabe si existe? Si fuese así ¿Qué hacemos con los niños de otras religiones?
        Para que existiese igualdad y la norma fuese democrática, sería preciso que todos los padres (todos, no solo los católicos) pudiésemos elegir… Pero eso no va a suceder, ya se lo anticipo… Si yo quiero que se inculquen a mi hija los valores del marxismo, del anarquismo, o de cualquier otra corriente filosófica o política no lo podré hacer en la escuela, y es normal que así sea, mientras los católicos, si podrán. Y es que hay cosas que no se sostienen y este argumento de los defensores de la religión en la escuela se cae por su propio peso.
        Los argumentos falaces III. El tercer argumento falaz, además de serlo es un chiste malo, dicen los defensores de la religión en la escuela, que sin la Religión Católica o sin el Cristianismo, no se entiende el Arte, la literatura, la historia de España, de Europa y del Mundo…
        La falacia aquí llega a los límites del ridículo por varias razones, primero confunden la Religión con el Hecho Religioso y con la Historia de las Religiones, de hecho, a mí, que mis hijas estudiaran Historia de las Religiones e incluso Historia de la Religión Católica o del Cristianismo me parecería estupendo, pero la clase de Religión (Católica) no es eso. La clase de Religión (Católica) no tiene base científica, por mucho que lo diga un “majadero” vestido de obispo. En definitiva la clase de Religión (Católica) no tiene apenas bases históricas porque es una clase dogmática o… ¿acaso se estudian en clase de Religión los cismas, las herejías o incluso las diferentes corrientes ideológicas dentro de la iglesia?
        Pero es que además el argumento es tan falaz como absurdo, pues si fundamentamos la clase de Religión (Católica) en que esos conocimientos que adquieran los niños en ella, les van a servir para conocer mejor nuestra cultura, ciertamente impregnada por el hecho religioso y que sin ella no podríamos apreciar, estudiar ni conocer la poesía de San Juan de la Cruz, las pinturas de Murillo, las imágenes de Salzillo, la música de Haendel, la Catedral de Santiago o las batallas del Cid, estaríamos diciendo que para apreciar, estudiar, conocer etc. la Iliada, las pinturas de Minateda, el busto de Nefertiti, los cantos espirituales negros, la Alhambra de Granada o las conquistas de César, no solo deberíamos conocer su contexto histórico, filosófico y religioso, sino que deberíamos recibir adoctrinamiento en los principios y los dogmas de la Cosmogonía Griega, de los chamanes prehistóricos, del culto a Atón, de la fe protestante, del Islam o de la Religión pagana de la Roma Clásica.
        Ante todos estos planteamientos falaces y absurdos solo queda una conclusión, los partidarios de la Religión en la Escuela, no parecen seguir el viejo axioma cristiano de “La Verdad os hará libres”, porque no les interesa que seamos libres y utilizan la mentira (como tantas otras veces) para engaño de los incautos.
          Ante esta tesitura solo hay 3 soluciones: Una imposible, que sería “ofrecer” en la escuela pública, todas las religiones habidas y por haber, todas las corrientes filosóficas y todas las creencias del tipo que sean como alternativas a la religión católica.
        Otra, no tan descabellada, aunque dudo que la admitan, ofrecer como optativa, cualquier asignatura, que sin mayores costes pueda darse en el centro, informática, idiomas, disciplinas deportivas, musicales,  artísticas, literarias, históricas etc.
        Y la otra más sencilla, aunque también dudo que la admitan, expulsar de una vez por todas la religión de la escuela.
                BREVEDADES de Otros argumentos falaces
        BREVEDAD 1. Oigo en otro debate que el aborto es un asesinato o matar niños. Puedo admitir, sin estar para nada de acuerdo, que alguien piense que el aborto es un delito, incluso que sea un delito contra la vida, pero el asesinato solo puede cometerse contra personas y la persona solo puede ser aquel que tiene vida independiente.
        Un feto no es un niño lo diga Agamenón o su porquera. Decir que con el aborto se matan niños, a parte de una maldad, es mentira y punto.
        BREVEDAD 2 Dice la concejala popular Juana Sorio, que la gestión del alcalde y sus reuniones con Marcial Marín han sido fundamentales para salvar el Cruz de Mayo y que se ha hecho un gran esfuerzo. Quiero pensar que es un argumento falaz y hecho desde la certidumbre de que algo hay que decir para salir del paso.
        Porque si los resultados son esos y es cierto que Manolo Minguez ha puesto toda la carne en el asador, una de dos o es muy poco eficaz, (no lo querría yo como negociador para nada que me afectase) o pinta menos en el PP que “cagaestacas” en la Audiencia.
BREVEDAD 3 En una de esas tertulias que organiza la televisión local y en la que invitan a quien les da la gana (están en su derecho, que conste) sin que sepamos si representan a los partidos por los que un día fueron concejales o a sí mismos, el exconcejal popular Alonso Pérez defendió el modelo de privatización de la sanidad plasmado en el Hospital de Alzira, para su aplicación en Castilla-la Mancha. No dijo Alonso, que la empresa que lo gestiona desde 1999, cuando en los 2 primeros años tenía pérdidas fue indemnizada por la Generalitat con 25 millones de €, y que luego se aumentó el canon (cantidad que paga por la gestión la Generalitat) para los siguientes años un 68% y el número de pacientes adscritos para hacerlo rentable y que además se ha producido un menoscabo en los derechos laborales y salariales de los trabajadores del mismo y que los informes de técnicos independientes hablan de falta de transparencia en las cuentas y de “excesiva” proximidad entre la administración que debe ser el árbitro y controlador del funcionamiento y la empresa adjudicataria.
Refranes aplicables:
Para Alonso: Las mentiras tienen las patas cortas
Para la Gestión Privada: Con buena p… bien se f…
    
   Juan Antonio Andújar Buendía

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